cibernoticias EXPRESS

La cara oculta de las noticias

Lo peor que puede pasar es que se funda el núcleo

Lo peor que puede pasar es que se funda el núcleo»

Manuel Fernández Ordóñez, doctor en Física Nuclear, analiza la explosión en la central nuclear de Fukushima

RAFAEL MÉNDEZ – Madrid – 12/03/2011

Manuel Fernández Ordóñez lleva 24 horas siguiendo la confusa información sobre la central nuclear de Fukushima.

«No sabemos exactamente qué está pasando, hay mucha información confusa», explica Fernández Ordóñez. Pero aún así ya se puede hacer una recapitulación de lo que ha pasado y de lo que puede llegar a pasar.

  • Casas flotantes. La fuerza de las olas ha arrancado muchas casas de sus cimientos.- REUTERS / KYODO

«El terremoto afecta al sistema de refrigeración de la central», explica.

Una nuclear tiene que estar permanentemente refrigerada, lo que se realiza con tres circuitos de agua. Después fallaron los generadores diésel que hacen que el agua circule y que están como emergencia.

World Nuclear News afirma que fallaron por el tsunami y que estuvieron funcionando durante una hora. «En esa situación no hay nada que mueva el agua para refrigerar al reactor», explica Fernández Ordóñez.

«Dentro del núcleo de la central empieza a subir la presión y entonces lo que hacen es liberar gases al edificio de la contención. Imaginemos que el núcleo es como una olla exprés, cuando sube la presión se abre la válvula y sale hacia la cocina, que es el edifico de la contención», señala.

Aun así, la presión en el edificio de la contención siguió subiendo. «La contención está a menor presión que el exterior para evitar que si hay una grieta salga nada hacia afuera. La presión normal es de 400 kilopascales, cuando en el exterior es de 1.000.

En la central la presión subió hacia 600 y luego a 850. Entonces es cuando se decide abrir y sacar hacia el exterior el vapor de agua contaminado. Se filtra pero siempre sale vapor radiactivo», resume. Por eso las autoridades desalojaron las poblaciones cercanas a la nuclear.

A partir de ahí la información es más confusa. Hubo una explosión, pero parece de humo blanco, lo que sugiere que se trate de hidrógeno y fuera del edificio de contención, lo que no sería tan grave. «El último comunicado dice que han conseguido restablecer la energía de las bombas y que ya está llegando agua», añade Fernández Ordóñez.

¿Qué es lo peor que puede pasar? «Que se quede sin agua y se funda el combustible del núcleo, que llegaría a 1.800 grados y se formaría una especie de amalgama metálica, como lava fría. Si el edificio de la contención está bien no tiene por qué haber un escape radiactivo«.

Es lo que ocurrió en Three Mile Island, en marzo de 1979 en Estados Unidos, que paró durante 30 años la construcción de nucleares en EE UU.

El Gobierno teme que se produzca una nueva explosión en la planta nuclear de Fukushima

El reactor 3 de la central japonesa sufre fallos similares a los registrados ayer en el reactor 1 y las autoridades no descartan que se haya iniciado un proceso de fusión en ambos reactores- Hasta 160 personas pueden haberse visto expuestas a la radiación, que sobrepasa los límites de seguridad

RAFAEL MÉNDEZ | AGENCIAS – Madrid – 13/03/2011

Japón, modelo de país nuclear, ejemplo de uso de tecnología atómica incluso en la peor zona sísmica del planeta, vive días de pesadilla pendiente de la central de Fukushima I, a 240 kilómetros de Tokio. La situación parece complicarse por momentos.

Explosión en la central de Fukushima

Ampliar

Imágenes dada por la televisión japonesa de la explosión en una de las plantas de Fukushima- AFP

Casas flotantes

Ampliar

Terremoto en Japón

FOTOS – REUTERS / KYODO – 12-03-2011

Casas flotantes. La fuerza de las olas ha arrancado muchas casas de sus cimientos.- REUTERS / KYODO

  • El Gobierno japonés ha advertido de que existe el riesgo de que produzca una nueva explosión similar a la de ayer en la planta nuclear.

El ministro portavoz, Yukio Edano, ha explicado que podría producirse una explosión en el recipiente de contención secundario del reactor 3 debido a una acumulación de hidrógeno, como ocurrió ayer en el reactor 1, pero ha insisitido en que lo previsible es que no cause daños graves.

En rueda de prensa, Edano ha indicado que el reactor número 3 de la planta sufre problemas en su sistema de refrigeración y no ha descartado que se haya iniciado un proceso de fusión del núcleo en los reactores 1 y 3 de la central nuclear. «Creemos que existe la posibilidad de que una fusión nuclear parcial haya ocurrido.

Está dentro del reactor. No podemos verlo.

En cualquier caso, suponemos que la fusión nuclear ha tenido lugar», ha señalado acerca del reactor número 1 de dicha central.

«Sobre el reactor número 3, suponemos también que existe la posibilidad de que otra fusión nuclear tenga lugar mientras tomamos medidas para evitarlo», ha dicho Edano.

Lucha contra reloj

Desde esta madrugada los equipos de emergencia tratan de enfriar la central mediante la inyección de agua de mar. El reactor 3 ha empezado a dar problemas al verse afectado por la misma avería que ayer provocó una explosión en el número 1.

Poco antes, la operadora de la central informaba de que el reactor 3 está emitiendo radiación por encima del límite de seguridad y que existe una «situación de emergencia» porque el nivel de agua ha descendido hasta dejar al descubierto tres metros de barras de combustible.

El Gobierno asegura que no hay peligro para los ciudadanos.

Tras el terremoto y el tsunami del viernes, la nuclear perdió ayer el sistema de refrigeración y durante más de 24 horas liberó al exterior gases radiactivos para reducir la presión en el interior y evitar un desastre aún mayor.

La agencia japonesa de seguridad nuclear calificó el accidente como nivel 4 en la escala de sucesos atómicos (INES, que va de 0 a 7). Esto lo convierte en el peor siniestro atómico desde Chernóbil -en 1986 y calificado como nivel 7- y en el quinto peor incidente civil de la historia.

Los expertos consultados no descartan que se pudiera fundir el núcleo de la nuclear, pero la evolución es incierta y la información, imprecisa. Yukio Edano ha explicado que los trabajos siguen su curso a través de la liberación de vapor y el suministro de agua. «Estamos haciendo las dos cosas a la vez, ventilando de aire los reactores y suministrando agua a los mismos», ha señalado.

Fukushima no es Chernóbil -al menos hasta ahora-, pero sí lo más parecido que ha habido a Three Mile Island, el accidente de 1979 en Harrisburg (Pensilvania, EE UU). Este fue un nivel 5 en la escala INES, «accidente con consecuencias amplias».

Entonces la central perdió el sistema de refrigeración y el uranio del núcleo se fundió. El incidente frenó durante más de 30 años la construcción de nucleares en EE UU.

Japón tiene 54 nucleares en 18 emplazamientos que suman 47.000 megavatios de potencia instalada. La atómica supuso el año pasado el 29% de la electricidad del país. En España, con 7.728 megavatios nucleares instalados, ese porcentaje es del 21%.

Lucha contra reloj

El terremoto del viernes, con una intensidad que esta madrugada (hora española) Japón ha revisado al alza hasta una mganitud 9 en la escala de Richter, fue demasiado para la central de Fukushima I, propiedad de Tokio Electric Power (Tepco) y cuyo primer reactor abrió en 1971. Los reactores 1, 2, y 3 pararon automáticamente con el seísmo. Los otros tres del enorme complejo atómico en la costa estaban en tareas de mantenimiento.

Al caerse el sistema eléctrico, se apagó también el sistema de refrigeración de la central. En una nuclear hay que sacar calor continuamente del reactor, lo que se consigue con varios sistemas de circulación de agua.

Tras el seísmo, se pusieron en marcha los generadores diésel de emergencia -suele haber cuatro por planta- para bombear agua a la refrigeración. Pero una hora después llegó el tsunami e inutilizó también la refrigeración de emergencia.

Una central nuclear es como una muñeca rusa: la vasija del reactor, de metal, está rodeada por el edificio de contención -con muros de hormigón y acero-, que, a su vez, está recubierto por el edificio del reactor, en este caso un cubo de cemento.

Con una refrigeración precaria, «dentro del núcleo empezó a subir la presión» por la acumulación de gases radiactivos, según explicó el físico nuclear Manuel Fernández Ordóñez. La central comenzó a abrir válvulas de alivio para soltar gases a la contención. «Por hacer una analogía sencilla, imaginemos que el núcleo del reactor es como una olla exprés. Si sube mucho la presión hay que abrir la válvula, lo que libera gases hacia la cocina, que es el edificio de la contención, pero no hacia el exterior», señaló Fernández Ordóñez.

Aun así, la presión en el edificio de la contención siguió subiendo. «La contención está a menor presión que el exterior para que, si hay una grieta, no salga nada hacia afuera. La presión normal dentro es de 400 kilopascales y en el exterior es de 1.000. En la central la presión subió hacia 600 y luego a 850. Entonces decidieron abrir y sacar hacia el exterior el gas contaminado. Se filtra pero siempre sale vapor radiactivo».

Las autoridades japonesas primero ordenaron evacuar las poblaciones en un radio de tres kilómetros de la central, luego de 10 y finalmente de 20 kilómetros. Los medidores de radiación en el exterior reflejaron el vertido.

A las cuatro de la mañana (hora japonesa) el exterior registraba una radiación natural de 0,07 microsievert por hora. A las 15.29, la medición era de 1.015 microsievert/hora, 14.500 veces más, y de ahí empezó a decaer.

A las diez y media de la mañana de este domingo (dos y media de la madrugada en la península española), la operadora de la central informó a la agencia Kyodo de que el reactor número 3 había empezado a emitir radiación por encima de los niveles de seguridad, hasta alcanzar los 882 microsiervert por hora.

Explosión fatal

Si la información que llegaba desde Fukushima era confusa todo empeoró a las 15.36 (las 07.36 hora peninsular española), cuando una explosión sacudió la planta y el humo se divisó a kilómetros. El espectro de Chernóbil recorrió el planeta.

La agencia japonesa de seguridad nuclear (NISA) aseguró posteriormente que la explosión no había afectado al edificio de la contención, aunque sí se había llevado parte del techo y de la pared del edificio del reactor.

Japón atribuyó la explosión a que parte del hidrógeno liberado había explotado.

En un primer balance, la Agencia Internacional de la Energía Atómica ha anunciado que un técnico ha fallecido y otras 11 personas han resultado heridas tras la explosión en la central de Fukushima I. Citando autoridades japonesas, la agencia especifica que un técnico falleció y cuatro resultaron heridos en un accidente con una grua.

Durante horas se sucedieron informaciones imprecisas sobre la refrigeración, que si Tepco la había conseguido conectar, que si se había apagado… El director de Protección Radiológica del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), Juan Carlos Lentijo, resumió por la tarde: «La situación es precaria pero la central está aguantando. Eso sí, tienen que conseguir refrigerarlo o se puede descontrolar».

Lentijo justificó los vertidos radiactivos: «Es mejor una descarga por poco agradable que sea a tener una rotura dramática».

Cinco horas después de la explosión, las autoridades japonesas intentaron una opción a la desesperada: refrigerar la nuclear directamente con agua de mar y ácido bórico, una sustancia que absorbe neutrones.

El portavoz del Gobierno japonés, Yukio Edano, afirmó que este era un método «sin precedentes» y anunció que se estaban preparando para repartir yodo entre la población. «El yodo es una medida de protección de emergencia ante una posible nube radiactiva, que lleva yodo. El yodo satura la glándula tiroides y evita que actúe el yodo radiactivo», señaló Lentijo. La agencia Kyodo informó de que había tres personas hospitalizadas que habían recibido altas dosis de radiación. Según NISA, el número de personas expuestas a la radiación en Fukushima I podría ser de entre 70 y 160.

Los expertos advirtieron de que si Japón no conseguía refrigerar la central podría sufrir una fusión de núcleo. Si el reactor se queda sin agua, el uranio que utiliza como combustible se funde en una especie de magma, como ocurrió en EE UU en 1979. Si el edificio de contención fallase las consecuencias serían mucho más trágicas. La presidenta del Foro Nuclear, María Teresa Domínguez, admitió que la fusión del núcleo era posible, pero recalcó: «Lo más importante es que no se dañe la contención».

Críticas a la energía atómica

Aparte de las implicaciones en Japón, el accidente de Fukushima afectará previsiblemente a la industria nuclear en el mundo. Con el recuerdo de Chernóbil desvaneciéndose, el lobby nuclear estaba consiguiendo hacer virar a la opinión pública a favor de la opción nuclear como una forma de reducir la dependencia del petróleo. Domínguez rechazó que vaya a afectar al futuro: «En una catástrofe sin precedentes la central ha funcionado perfectamente. Lo que ha fallado lo ha hecho según lo previsto».

Otra fuente del sector utilizó otro argumento: «También se han perdido trenes en el tsunami y a nadie se le ocurre que afecte al transporte ferroviario».

Los ecologistas sí cargaron contra la energía atómica. Jan Beranek, jefe de la campaña nuclear de Greenpeace, resumió:

«La industria dice que estos sucesos no pueden ocurrir en reactores modernos (…), pero la energía nuclear es vulnerable a la combinación potencialmente mortal de un error humano, fallos de diseño y desastres naturales».

 

13 marzo, 2011 - Posted by | Sin categoría

No hay comentarios aún.

Deja un comentario