cibernoticias EXPRESS

La cara oculta de las noticias

Sarkozy aliado de la mafiosa dictadura tunecina .

Escrito por: Le Monde

Traducido para Rebelión por José Daniel Fierro

El ejecutivo de Sarkozy propone ayudar en la represión porque tiene «experiencia en ese área»

El gobierno francés se alía con la dictadura tunecina

Acusado de responder con lentitud a la represión gubernamental contra las manifestaciones en Túnez, el gobierno de Francia aseguró ayer martes, a través de su ministro de Asuntos Exteriores, que se negaba a «dar lecciones». Durante la reunión parlamentaria, convocada por la oposición para pedir explicaciones, la ministra Michèle Alliot-Marie dijo: “En lugar de lanzar maldiciones, creo que nuestro deber es hacer un análisis sereno y objetivo de la situación”.

Francia, la antigua potencia colonial, se muestra tradicionalmente muy comedida en sus puntos de vista sobre Túnez, hasta el lunes se había limitado a “lamentar la violencia” que en tres días, según las ONG, había ocasionado más de treinta y cinco muertos. «Sólo se puede lamentar el que pueda haber actos de violencia que afecten a pueblos amigos”, afirmó ayer por la tarde Alliot-Marie, refiriéndose tanto a Túnez como a Argelia, donde las protestas son igualmente contra el alza del precio en los alimentos.

«Nuestro mensaje principal debe ser el de la amistad» entre franceses y tunecinos, y «no se deben dar lecciones» frente a una situación «complicada», remachó, invitando al resto de dirigentes políticos a “valorar adecuadamente las expectativas» de los pueblos.

Para el gobierno francés los disturbios en Túnez se deben a la frustración de los jóvenes que no encuentran empleo “adecuado a su formación”, explicó la ministra.

«La experiencia francesa»

La jefa de la diplomacia francesa llegó incluso a proponer a Túnez la ayuda de París en el mantenimiento del orden. “Hoy, la prioridad frente a esta situación debe ir encaminada hacia la pacificación después de los enfrentamientos que han provocado víctimas mortales. Una pacificación que puede basarse en técnicas sobre el mantenimiento del orden (…) porque tenemos experiencia en este área”.

El diputado socialista Gaëtan Gorce, y otros miembros de la oposición, demandaron al ejecutivo francés a mostrarse más firme contra el régimen de Zine el-Abidine Ben Ali. “Es necesario (…) que este gobierno actúe y se exprese de forma enérgica tanto para condenar la violencia como para contribuir a un proceso de reformas indispensable», dijo en la Cámara. «Lo contrario, significaría permanecer encerrado en la falaz alternativa de decir que no hay más opción que los islamistas o los regímenes dictatoriales a menudo corruptos», aseguró .

“Ben Ali, alguien a menudo mal valorado”

Ya por la mañana, el ministro de Agricultura, Bruno Le Maire, había sido el primer miembro del gobierno en hablar. «Antes de juzgar a un gobierno extranjero, es mejor estar familiarizado con la situación sobre el terreno y saber exactamente porqué razón fue tomada tal o cual decisión”, afirmó en declaraciones a Canal+.

«Yo no tengo un calificativo para el régimen tunecino. Yo soy francés, no voy a juzgar desde aquí a un gobierno extranjero -dijo Bruno Le Maire-. El Presidente Ben Ali es una persona a menudo muy mal valorada, [pero] el ha hecho muchas cosas. Se pueden criticar ciertos aspectos, estar atentos a los derechos humanos, pero es un país que ha sufrido verdaderas dificultades”.

En contraste con estas declaraciones, la ex portavoz de la UMP [partido en el gobierno], Dominique Paille, consideró el martes que Nicolás Sarkozy debería realizar “gestos” tendentes a recordar al Presidente Ben Ali que «hay que poner en funcionamiento el respeto de los derechos fundamentales” en su país.

Esto, «naturalmente, sin interferir en los asuntos internos de Túnez, recordando a todos nuestros aliados, sean quienes sean, que nosotros no transigimos con algunos de estos valores” explicó Paillé, actual miembro del Partido Radical.

Otra intervención importante, fue la del presidente del grupo de amistad Francia-Túnez en el Senado, el socialista Jean-Pierre Sueur, quien denunció en un comunicado la «violenta represión» contra los manifestantes. «Hay un momento en que la amistad debe trocarse en un lenguaje de la verdad», explicó, sobre todo teniendo en cuenta que la lucha contra una eventual amenaza islamista no puede justificar la violación de las libertades.

Fuente: http://www.lemonde.fr/afrique/article/2011/01/11/tunisie-bruno-le-maire-prend-la-defense-de-ben-ali_1463776_3212.html

 

Túnez, dictadura mafiosa

Escrito por Moncef Marzouki

Le Monde
Traducido por Rocío Anguiano

Desde hace tres semanas, soplan aires de revuelta política y social en Túnez. La dureza de la represión, que ha causado veintitrés muertos, muestra que el régimen de Ben Alí se siente amenazado por primera vez. Pero la fuerza y la perseverancia de la movilización del pueblo tunecino ofrecen a la opinión pública y a los representantes políticos europeos y franceses la oportunidad de descubrir la realidad de Túnez. Una visión sesgada desde hace más de veinte años por tópicos alimentados por el poder y muchos de sus simpatizantes franceses. Tópico 1: “Es cierto que el régimen de Túnez no es una democracia, pero tampoco es una dictadura, solo un régimen autoritario”. No, los actuales sucesos son la prueba para aquellos que no veían o no querían verlo: el régimen de Túnez es una dictadura policial y mafiosa de la peor calaña. Ben Alí en Cartago, es Al Capone en la Casa Blanca.

Tópico 2: “El país debe a Ben Alí un milagro económico”. En realidad, el Túnez de los años noventa debía su relativa prosperidad a las tres décadas de presidencia de Burguiba, marcadas por una gran inversión en educación, en planificación familiar y la implantación de una economía de mercado sana, capaz de generar un crecimiento anual del 7%. Ben Alí heredó esta situación. Veinte años después, ha transformado Túnez en una economía de corrupción en donde ya no hace falta demostrar las derivas mafiosas. Tras el “milagro”, vino el desaliento social.

Tópico 3: “Ben Alí ha erradicado el peligro islamista”. De no apoyarlo, existiría un gran riesgo de que se formara un régimen talibán en el sur del Mediterráneo, como señaló Nicolas Sarkozy en 2008. En realidad, Ben Alí ha acabado, a costa de grandes violaciones de los derechos humanos, con un partido islamista conservador burgués, Ennadha, que estaba a mil leguas de la violencia yihadista. En cuanto a los disturbios políticos, los “barbudos” no han participado en ellos, como prueban las consignas laicas coreadas por los manifestantes.

Tópico 4: “No hay oposición creíble. La oposición tunecina es débil, está dividida y es inoperante”. Los que han vivido y viven bajo una dictadura saben que la oposición solo puede existir en una democracia, que en una dictadura solo puede haber resistencia, civil o armada. Ben Alí, “elegido” y “reelegido” alcanzando en tres ocasiones más del 90 % de los votos, organizó su propia oposición para confundir, mientras amordazaba, encarcelaba y torturaba a centenares de hombres y mujeres valientes y dignos que lucharon contra una de las maquinas más represivas y perversas que hayan existido.

Tópico 5, en forma de pregunta falsamente ingenua: “¿Cuál es la alternativa a Ben Alí?”. Si un tunecino le planteara esa pregunta a un francés: “¿Cuál es la alternativa a Sarkozy?”, la respuesta sería lógica y evidente: la persona que los franceses designen en las próximas presidenciales. Para un tunecino que respondiera a un amigo francés es exactamente lo mismo: A Ben Alí le sucederá la persona que el pueblo tunecino designe en unas elecciones libres y transparentes. ¿Quién ha dicho que estamos condenados a perpetuidad a una dictadura?

Durante mucho tiempo Ben Alí ha aparecido como el garante de la estabilidad en Túnez. Desde que se inició la revuelta que golpea el país, Ben Alí se ha convertido en el principal factor de inestabilidad y solo cuando se vaya, se podrá recuperar la calma. La opinión publica y los responsables políticos franceses deben abrir los ojos a la realidad del pueblo tunecino. Sino es muy probable que Francia pierda el capital de simpatía con el que cuenta en Túnez. Perdería la oportunidad de contribuir a una transición pacífica hacia un Estado de derecho y de participar en la creación de un espacio euromediterráneo estable, próspero, en donde se compartan los mismos valores democráticos.

Moncef Marzouki, opositor tunecino, autor con Vincent Geisser de «Dictateurs en sursis» (Ed. de l’Atelier, 2009).

Fuente: http://www.lemonde.fr/idees/article/2011/01/11/tunisie-dictature-mafieuse_1464009_3232.html

14 enero, 2011 - Posted by | ARTÍCULOS de OPINIÓN, INTERNACIONAL | , , , , ,

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