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¿La guerra civil en Libia, ‘abre la puerta’ a Al-Qaeda y la yihad?

¿La guerra civil en Libia, ‘abre la puerta’ a Al-Qaeda y la yihad?

Por Paul Cruickshank y Tim Lister
Miércoles, 23 de marzo de 2011 a las 13:46
La ciudad libia de Derna tiene una historia vasta y una ubicación impactante en el Mediterráneo; también es considerada semillero de la yihad (AFP).
La ciudad libia de Derna tiene una historia vasta y una ubicación impactante en el Mediterráneo; también es considerada semillero de la yihad (AFP).
Lo más importante
  • Un ex yihadista dice que Al-Qaeda espera sacar ventaja del caos en Libia
  • Una guerra civil prolongada en Libia pueda abrir un espacio para Al-Qaeda, dice
  • Derna, en Libia, es una ciudad considerada semillero de yihadistas
  • Libia tiene una «sociedad civil» menos desarrollada que Egipto o Túnez, tras 40 años de un mandato autoritario
  • Líderes de Al-Qaeda esperan el momento para aparecer
  • Han dicho a sus militantes: «guarden sus armas y no renuncien a ellas»

Si hay un vacío de poder en Libia habrá un mercado abierto para Al-Qaeda
Noman Benotman, ex aliado de Osama bin Laden

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(CNN) — No hay mucho que ver en la ciudad de Derna —un montón de edificios de concreto estilo soviético ubicados en una esquina al este de Libia.

Pero tiene una historia vasta —desde tiempos romanos cuando pelearon por ella y fue colonizada— y una ubicación impactante en el mar Mediterráneo. También se ha ganado una reputación como semillero de seguidores de la yihad. Y eso ha mantenido dudando a diplomáticos y analistas sobre si los disturbios en Libia puedan significaruna apertura para Al-Qaeda y otros grupos similares, a sólo un paso de Europa.

Derna incluso llegó a ser mencionado entre los cables diplomáticos de Estados Unidos, filtrados por Wikileaks. Un cable de 2008 describa a la ciudad como «una fuente de combatientes extranjeros libios» para Al-Qaeda en Iraq. Parte de la radicalización en nuevas generaciones se debe a altas tasas de desempleo entre jóvenes, la discriminación del régimen de Moammar Gadhafi y la influencia de yihadistas provenientes de Afganistán.

«Otros factores incluyen la falta de escapes sociales para los jóvenes, y el orgullo local en la historia de Derna como un lugar que se opuso a la ocupación», decía el cable. «La mayoría de hombres vio una mezcla de noticias de Al-Jazeera, sermones religiosos y películas de acción del oeste en inglés a través de canales satelitales transmitidos desde el Golfo. El resultado fue una mezcla de violenciaconservadurismo religiosoodio por las políticas de Estados Unidos en Iraq y Palestina».

Hoy Derna se encuentra, casi toda, en manos de la oposición, y fuentes del este de Libia dicen que islamistas y otros están peleando codo a codo con un objetivo: quitar a Moammar Gadhafi. ¿Pero qué sigue después?

Gadhafi ha sido veloz en invocar el fantasma de Al-Qaeda como un beneficiario de los disturbios en Libia, llegando a afirmar que estaba drogando a jóvenes libios para oponerse a su gobierno. Este régimen también ha exhibido a un antiguo miembro del Grupo Peleador Islamista Libio quien supuestamente fue «capturado» durante una pelea en Zawiyah.

Mientras que las afirmaciones del régimen parecen extrañas, un ex líder de los yihadistas de Libia le dijo a CNN que Al-Qaeda tratará de aprovechar el caos en Libia.

«Si hay un vacío de poder en Libia habrá un mercado abierto para Al-Qaeda”, dijo Noman Benotman, un ex comandante en el Grupo Peleador Islamista Libio y una vez aliado de Osama bin Laden. El Grupo Peleador Islamista Libio luchó contra el régimen de Gadhafi en los 90, pero terminó su campaña de manera formal para derrocar al régimen libio hace dos años, y repudió a Al-Qaeda. Benotman ahora es un investigador en la Fundación Quilliam en Londres, un grupo de expertos en contra terrorismo.

Al no tener un papel en la rebelión hasta el momento, Al-Qaeda y sus afiliados tendrán que apurarse si quieren aprovechar la situación, dijo Benotman. Individuos que pudieran tener simpatía por la yihad lo están escondiendo por el bien de una meta que los une: remover a Gadhafi, dijo. Además ha habido una gran bienvenida entre los rebeldes libios de todo tipo por los ataques aéreos de Estados Unidos y la coalición para proteger a Benghazi.

Según Benotman, docenas de ex miembros del Grupo Peleador Islamista Libio han unido a los esfuerzos rebeldes para quitar a Gadhafi, pero enfatizó en que lo hicieron de manera individual, en vez de organizar operaciones en grupo.

Los movimientos de protesta en Medio Oriente—sobre todo seculares y pro democráticos— han reducido tanto el mensaje yihadista hasta la irrelevancia. Pero Benotman ve líneas paralelas potencialmente peligrosas entre Libia y sus vecinos Argelia y Afganistán.

Después del retiro soviético en 1989, el oeste dejó a Afganistán en vez de usar su «poder blando» para crear un cambio positivo, dijo. Los talibanes eventualmente llenaron el hueco. Como un joven yihadista, Benotman fue testigo de ello.

Y en Argelia, el golpe militar de 1992 le siguió a victorias electorales de partidos islamistas radicales que crearon una insurrección violenta. Más de 100,000 argelinos murieron en una batalla entre el Estado y los islamistas extremos antes de que la insurgencia decayera a mediados de los 90.

A algunos expertos antiterroristas de Occidente les tiene inquietos queuna guerra civil prolongada en Libia pueda abrir un espacio para Al-Qaeda. Los gobiernos y las Organizaciones No Gubernamentales tienen que ser rápidas, dijo Benotman, en ayudar a desarrollar educación, salud e instituciones democráticas en áreas ocupadas por los rebeldes.

Libia —como Yemen— tiene una «sociedad civil» menos desarrollada que Egipto o Túnez luego de 40 años de un mandato autoritario. También se han arraigado las rivalidades tribales y una pequeña clase media. Tales condiciones fueron agravadas por la estrategia de Gadhafi de dividir y gobernar mediante un desconcertante conjunto de centros de poder.

Al Qaeda ya olió su oportunidad. Su ideólogo principal, Abu Yahya al-Libi —él mismo un libio— le dijo a los islamistas del país: «guarden sus armas y no renuncien a ellas«. En un casette liberado el 12 de marzo dijo que «expulsando a estos regímenes no es el fin para lograr un cambio».

Una semana después el líder de Al-Qaeda en el Magreb Islámico tuvo un mensaje similar.

En un audio subido a sitios web yihadistas y traducido por SITE Intelligence Group, Abu Musab Wadud le dijo a los opositores de Gadhafi: «Estaremos a su lado, Alá mediante».

Hasta ahora, esas ideas podrían ser ilusiones. El Magreb Islámico recientemente ha estado restringido a lugares remotos de Malí, Níger y Mauritania ha sufrido división de liderazgo. Wadud pudo afectar su causa al predecir que Estados Unidos y la OTAN nunca ayudaríam a los rebeldes porque era una «fuente de desastres». Pero Al-Qaeda es persistente.

Y existe una larga historia de radicalización del Islam en Libia, especialmente entre las provincias pobres e inquietas del este.

En el clímax de la insurgencia iraquí, más yihadistas per capita viajaron para unirse a Al-Qaeda en Iraq desde Libia más que de cualquier otro país. De acuerdo con documentos de Al-Qaeda, tomados por el ejército estadounidense en Iraq, en 2006 y 2007 más voluntarios  —un total de 53 —, viajaron a Iraq desde Derna más que de cualquier otra ciudad del mundo árabe. Y en los 90, el grupo de Benotman intentó establecer un refugio seguro en Derna, que fue bombardeado eventualmente en sumisión por la fuerza aérea libia.

Lo que nos trae de vuelta al cable de 2008 en el que un diplomático estadounidense que viajó a Derna, citó a un negociante local quien había «comparado a jóvenes hombres de Derna al personaje de Bruce Willis en la película de acción ‘Duro de Matar’, quien se resistió a morir de forma pasiva. Para ellos, la resistencia en contra de las fuerzas de coalición en Iraq es un acto importante de ‘yihad’ y un último acto de desafío en contra del régimen de Gadhafi».

«Es yihad. Es nuestro deber, y estás hablando con gente que no tiene mucho de qué estar orgullosa”, dijo. Puede ser que eso ya esté cambiando.

11 abril, 2011 - Posted by | libia

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