cibernoticias EXPRESS

La cara oculta de las noticias

LIBIA. ULTIMA HORA.- 31 MARZO 2011

El triunfo militar en Libia será otro fiasco político de Occidente en el tercer mundo

Tema de actualidad: Sanciones internacionales contra el régimen de Gadafi

16:09 21/03/2011
Columna semanal por Armando Pérez

La operación militar “Odisea del amanecer” emprendida la semana pasada por Francia, Inglaterra y Estados Unidos contra las tropas del líder Muamar Gadafi en el territorio de Libia se perfila como una victoria brillante desde el punto de vista militar, pero será otro fiasco político de Occidente en el tercer mundo como ocurrió en Iraq y Afganistán.

Al comentar el desarrollo de la incursión aérea, apoyada con misiles Tomahawk lanzados desde buques, los expertos rusos pronostican que en los próximos días, las fuerzas de la coalición internacional confirmarán su absoluta superioridad bélica en ese teatro de acciones de guerra, mientras que el coronel Gadafi quedará seriamente debilitado al perder su aviación, los sistemas clave de defensa antiaérea y los centros de mando para controlar el ejército de tierra.

En un balance de las primeras 48 horas de hostilidades, el jefe del Estado Mayor Conjunto del Ejército de EEUU, almirante Michael Mullen, reportó complaciente el logro exitoso de todos los objetivos planteados, que bajo ninguna circunstancia incluye el derrocamiento o la aniquilación física de Gadafi.

Pero la mayoría de los corresponsales occidentales acreditados en Trípoli en sus reportajes del domingo describieron con detalle la destrucción de uno de los palacios de Gadafi, en el complejo residencial de Bab el-Aziziya( en el sur de Trípoli).

Como explicaron posteriormente fuentes del Pentágono, el palacio es un objetivo militar porque en su interior funcionaba un centro de control de tropas del ejército libio, a pesar de su apariencia de residencia personal del líder libio.

Y a lo mejor esos militares estadounidenses tienen razón, porque Gadafi (al menos durante su viajes al exterior) se aloja en una carpa de beduino fabricada de piel de camello, y para destruir ese tipo de vivienda, no es necesario un tomahawk, sino un puñado de granadas.

A propósito, entre las instalaciones destruídas en el palacio de Bab el-Aziziya, algunos reportajes de la prensa occidental incluyeron una tienda de beduino similar a la que utiliza el líder libio.

Mullen declaró categórico que “la zona de exclusión está funcionado” porque desde el inicio de la operación “no ha despegado un solo avión libio”, y las tropas de Gadafi ya no avanzan sobre la ciudad de Bengasi, bastión de las fuerzas rebeldes, aunque la prensa internacional informa lo contrario.

En resumidas cuentas, la operación occidental para defender al pueblo libio promovida por Francia, Inglaterra, EEUU, Italia, Bélgica y España presenta muchas contradicciones, y al observador común le cuesta comprender la necesidad de emprender otro conflicto armado en el planeta.

Expertos rusos consideran que al ocultar sus verdaderas intenciones, los gobiernos de la coalición en Libia repiten la misma estrategia de incongruencia legal y desinformación utilizada en otras operaciones bélicas como los bombardeos contra Serbia, y en la guerra para apoderarse del petróleo de Iraq, con el pretexto de que el presidente de ese país, Saddam Hussein, estaba fabricando arma de destrucción masiva.

Según Vitali Churkin, representante de Rusia en la ONU,  al poner en marcha la operación “Odisea del amanecer” los países de la coalición hicieron una interpretación  unilateral de la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la imposición de una zona de exclusión aérea en Libia.

Es decir, optaron exclusivamente por la variante militar, descartando de plano el más mínimo intento de solución política al conflicto en Libia, como propusieron algunos países, latinoamericanos, africanos y de Oriente Medio.

“La aprobación  del documento (resolución 1973) no correspondió a las prácticas establecidas en el Consejo de Seguridad”, dijo Churkin, al subrayar que muchos interrogantes expuestos por Rusia y otros países quedaron sin respuesta, sobre todo en asuntos relacionados con los mecanismos para establecer la zona de exclusión  y las restricciones al empleo de la fuerza por parte de los países extranjeros.

Observadores moscovitas indican que en el texto de la resolución quedaron incluidas cláusulas que allanan el camino a una intervención militar de grandes proporciones en Libia, una perspectiva que está objetivamente en contra de los intereses nacionales y en conjunto de los países miembros de la Liga Árabe, entidad que propuso ante el Consejo de Seguridad la imposición de la zona de exclusión en el territorio libio.

Tras la destrucción de objetivos civiles en las ciudades de Trípoli, Tarhuna, Maamura y Jmeil, la víspera la cancillería de Rusia en un comunicado exigió poner fin a los ataques “indiscriminados” de aviación extranjera y la Liga Árabe también se manifestó en contra de la operación “Odisea del amanecer”.

Expertos del diario “Estrella Roja”, órgano de difusión del Ministerio de Defensa de Rusia, destacaron que desde el punto de vista del comando militar, la operación presenta ciertos interrogantes ya que formalmente, la ejecución está a cargo de Francia e Inglaterra pero técnicamente la ejecuta el mando de EEUU en África (Africom).

Es decir, los militares británicos y franceses no tienen un comando establecido y actualmente, según el secretario de Defensa de EEUU, Robert Gates, se estudia la variante de transferir esa función a un comando de la OTAN, pero después de ciertos ajustes jurídicos, porque oficialmente la operación no es una actividad de la alianza atlántica.

Y aunque estos detalles son importantes a diplomáticos y expertos, parte de la opinión pública rusa piensa que Occidente en Libia puso en marcha otra aventura bélica con objetivos muy diferentes a la defensa de los intereses del pueblo libio.

En Rusia, son muchos los rusos que desconfían de las palabras del presidente francés, Nicolas Sarkozy cuando dijo que defendía “a los hermanos árabes” al anunciar el inicio de los ataques aéreos contra Libia.

La preocupación de Sarkozy por los libios es incompatible con el credo político que demostró el presidente galo cuando expulsó a los gitanos rumanos de Francia, que en la escala de los desvalores de cualquier nacionalista, están muy por encima de la estima que pueda tener un ciudadano libio en Europa.

Libia demandaría a petroleras que firmen acuerdos con rebeldes

miércoles 30 de marzo de 2011 18:15 CEST

ARGEL (Reuters) – El Gobierno de Libia advirtió el miércoles de que demandará a cualquier empresa internacional que cierre acuerdos energéticos con los rebeldes que controlan parte de la infraestructura petrolera del país, informó la agencia estatal de noticias.

Es probable que la amenaza dificulte que los rebeldes, que controlan el este del país, vendan petróleo en el mercado internacional, un comercio con el que contaban para financiar su insurgencia contra el régimen del líder libio Muamar el Gadafi.

«La Corporación Nacional del Petróleo (…) es la entidad autorizada por ley para tratar con las partes externas Debido a la importancia estratégica de estas mercancías – petróleo y gas – a nivel mundial, ningún país puede dejar su gestión a las bandas armadas», dijo un comunicado del Gobierno difundido por la agencia de noticias Jana.

«El Estado libio demandará a cualquier parte que selle acuerdos de petróleo libio con otras partes que no sean la Corporación Nacional del Petróleo», refirió.

Un alto cargo libio dijo el domingo que Qatar, un productor de crudo del golfo Pérsico, acordó comercializar el petróleo que se produce en los yacimientos libios que ya no están bajo control de Gadafi. El lunes, Qatar se convirtió en el primer país árabe en reconocer a los rebeldes como únicos representantes legítimos del pueblo libio.

Un funcionario estadounidense dijo que los rebeldes libios no estarían sujetos a sanciones del país norteamericano si evitan entidades vinculadas a la administración de Gadafi, lo cual les permitiría vender crudo que esté bajo su control. No obstante, fuentes comerciales dijeron que los riesgos marítimos y legales significan que es improbable que los rebeldes puedan comercializar su petróleo en el extranjero por varias semanas.

 

Para sacar a Gadafi de Libia se necesita más que una zona de exclusión

11:47 28/03/2011
Columna semanal por Armando Pérez

A pesar de que las agrupaciones rebeldes recuperaron el control de las ciudades de Ajdabiya y Brega, el pasado sábado, el puerto petrolero de Ras Lanuf la víspera, y el lunes la ciudad de Sirte, la zona de exclusión aérea impuesta Francia, Inglaterra, Estados Unidos y otros países, parece insuficiente para derrocar a corto plazo al líder libio Muamar Gadafi.

Trascurridas seis semanas después del inicio de las manifestaciones en Bengasi y ocho días tras el comienzo de la operación “Odisea del Amanecer”, el avance de los revolucionarios supone un logro apenas modesto si se tiene en cuenta que las potencias occidentales utilizan contra las tropas de Gadafi su armamento más moderno.

Porque para nadie ya es un secreto que el objetivo de la intervención occidental en Libia, no es tanto evitar la muerte de civiles, como se decía antes, sino ayudar a la oposición armada a derrocar a Gadafi a cualquier precio.

Al comentar los sucesos en Libia, la prensa occidental explica que el avance de las fuerzas revolucionarias hasta el 19 de marzo acorraladas por las tropas de Gadafi en Bengasi ya tienen el camino libre para marchar contra Trípoli donde se decidirá el futuro del país africano sin Gadafi, a costa de una guerra civil que seguramente será muy sangrienta.

Y mientras los funcionarios de la OTAN discuten los mecanismos para continuar la “Odisea del Amanecer”, pese al rechazo de otros países miembros como Alemania, expertos militares occidentales filtran en la prensa informaciones que indican que el desenlace de la guerra civil en Libia depende irremediablemente de una intervención de tropas extranjeras en el país africano.

Fuentes de inteligencia rusas y otras fuentes de EEUU afirman en la actualidad en el territorio libio ya operan unidades militares de espionaje de países occidentales en misiones especiales.

Esas agrupaciones de élite recopilan información operativa sobre la ubicación exacta de los objetivos militares libios, la dislocación de la defensa antiaérea y piezas de artillería, como también el movimiento de tanques y tropas.

Expertos militares rusos indican que esa información es indispensable para garantizar la eficacia de los ataques de la aviación de las fuerzas de la coalición y destruir en el plazo más corto posible el potencial militar del ejército libio.

Según las mismas fuentes, la aviación occidental logró inutilizar la mayor parte de la fuerza aérea libia destruyendo sus bases, aviones, estaciones de radar y aeródromos.

Ahora, el objetivo son los sistemas de defensa antiaérea, la mayoría integrada por armamento de fabricación soviética adquirida por Gadafi en la década de los años 70 y 80.

Para 2010 el ejercito libio contaba con 11 sistemas de misiles S-75M3, 16 sistemas de misiles S-125M1 y cuatro bloques de misiles de largo alcance S-200 VE.

En arsenal del ejército libio también hay al menos 60 unidades móviles (sobre vehículos) de misiles Kvadrat y un número indefinido de misiles Oka-AK, Strelá-10 y misiles franceses Crotale.

Pero en los últimos 40 años, EEUU y la OTAN adquirieron una experiencia muy valiosa para combatir precisamente los sistemas de defensa antiaérea soviéticos, ya obsoletos en comparación con nuevos modelos de fabricación rusa.

Los sistemas S-75, S-125, S-200 y “Kvadrat” fueron inutilizados con éxito por el ejercito de Israel en el Líbano en 1982, y posteriormente por EEUU en Yugoslavia en 1999 y en Iraq en 2003.

Según expertos rusos en la actualidad, cualquier sistema análogo a esos modelos soviéticos son totalmente vulnerables al armamento moderno de Occidente, pero su destrucción en gran medida depende del trabajo de comandos que informen a la fuerza aérea aliada de su ubicación exacta.

Militares citados por el diario ruso Estrella Roja (Kraznaya Zvezdá) afirman que el trabajo de los comandos es vital a la hora de reclutar informantes entre las agrupaciones de la oposición para la ejecución de la fase terrestre de la guerra que en Libia parece inevitable.

Porque a pesar de las pérdidas sufridas, Gadafi no se piensa rendir y seguramente cumplirá su promesa de combatir hasta el final, sobre todo porque tiene seguidores entre los militares y la población, a juzgar por las manifestaciones de apoyo que muestra la prensa occidental desde Trípoli.

Eso quiere decir que ante la perspectiva de una gran campaña por tierra, Occidente al menos debe proporcionar a las fuerzas revolucionarias armamento de infantería, piezas de artillería ligera e incluso carros de combate.

Eso implica que la coalición debe enviar al territorio libio instructores y asesores para preparar a las tropas opositoras para enfrentarse al ejército profesional libio en una guerra de desgaste que deberá ser muy violenta y prolongada.

Obama ordena apoyo militar encubierto a los rebeldes libios

El presidente de EE UU firmó una orden secreta que autoriza a dar asistencia armamentística y económica a los sublevados que tratan de derrocar a Gadafi

DAVID ALANDETE | Washington 30/03/2011

El presidente de EE UU, Barack Obama, autorizó secretamente el apoyo de Estados Unidos a los rebeldes que tratan de derrocar al régimen del coronel Muammar el Gadafi en Libia, según ha revelado la agencia Reuters.La emisión de ese tipo de orden ejecutiva secreta, utilizada normalmente para autorizar las misiones secretas de la CIA y firmada en las pasadas dos o tres semanas, discurrió de forma paralela a la autorización formal del uso de la fuerza para imponer una zona de exclusión aérea en Libia y evitar la matanza de civiles por parte de Gadafi.

En una entrevista con la periodista Diane Sawyer, presentadora del espacio de noticias ABC World News, Obama dijo: «Es justo decir que si quisiéramos mandar armas a Libia, podríamos hacerlo. Estamos considerando todas las opciones».

Esa entrevista se emitió el martes, cuando Obama ya había emitido la supuesta orden ejecutiva de la que informó Reuters y que puede traducirse ahora en apoyo armamentístico y económico a los rebeldes. Este miércoles ha culminado con una retirada de los disidentes a la ciudad de Brega, acosadas sus milicias por las tropas leales a Gadafi. Hasta el momento, el apoyo aliado no les ha permitido derrocar al régimen, atrincherado en Sirte, ciudad natal del dictador, y Trípoli, donde éste se refugia. El hecho de que Obama haya emitido esa orden ejecutiva no indica que ya se haya entregado armas a los rebeldes. De momento, es una simple autorización genérica.

En 2009, el presidente ya emitió una orden similar para permitir operaciones secretas contra el grupo terrorista Al Qaeda en Yemen. Entonces, como ahora, la Casa Blanca no confirmó la existencia de esos decretos. Existen en EE UU dudas sobre quiénes conforman los grupos rebeldes. El almirante James Stavridis dijo el martes en una comparecencia ante el Senado que las agencias de inteligencia de EE UU han detectado a operativos de Al Qaeda infiltrados entre ellos, por lo que han recomendado a la Casa Blanca actuar con extrema cautela.

EE.UU da luz verde a la CIA para actuar en Libia

El presidente Obama ha firmado una orden secreta que abre la puerta a armar a los rebeldes libios, según diversas fuentes

Internacional | 30/03/2011 – 22:27h

  • Washington (Europa Press).- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha firmado una orden secreta en la que autoriza a su Gobierno a dar apoyo a las fuerzas rebeldes que buscan derrocar al dirigente libio,Muamar el Gadafi, según han informado este miércoles cuatro fuentes de la Administración norteamericana.

Obama firmó este permiso, conocido por el término inglés de presidential finding (conclusión presidencial), hace dos o tres semanas, según las fuentes. Este tipo de órdenes ejecutivas, habitualmente sin trascendencia pública, suelen utilizarse para autorizar operaciones secretas de la Agencia Central de Inteligencia (CIA). Tanto la CIA como la Casa Blanca han rechazado realizar comentario alguno en relación a esta información.

Este tipo de documentos suelen autorizar medidas de amplio espectro y no específicas, según fuentes conocedoras de este tipo de procedimientos y que explican que si, por ejemplo, Washington quisiese entregar dinero o armas a las fuerzas contrarias a Gadafi, la Casa Blanca tendría que conceder un permiso adicional. Obama ya habría aprobado una autorización similar en 2009 para la expansión de las acciones antiterroristas de la CIA en Yemen, y en aquella ocasión la Casa Blanca tampoco confirmó dicha firma.

La decisión no está tomada
Estados Unidos, miembro de la coalición internacional que ha iniciado los bombardeos sobre Libia, no ha descartado ni confirmado que ayudará directamente al bando sublevado que se ha levantado contra Gadafi. El propio Obama declaró ayer, en una entrevista en televisión, que no descartaba ayudar a los rebeldes, algo con lo que también han especulado en los últimos días los gobiernos de Francia y Reino Unido.

La administración de Obama tampoco ha alcanzado un consenso a este respecto tras la reunión celebrada a puerta cerrada este martes por la cúpula de la seguridad nacional. A esta reunión asistieron, entre otros, el secretario de Defensa, Robert Gates, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, el director de Inteligencia Nacional, James Clapper, y el jefe del Estado Mayor Conjunto, el almirante Mike Mullen. Al término de este encuentro, el congresista republicano Dan Burton ha explicado que «no se ha tomado una decisión sobre dar armas» a los rebeldes.

Cazas franceses destruyen almacén de municiones y base antiaérea en Libia

Tema de actualidad: Sanciones internacionales contra el régimen de Gadafi

Cazas franceses destruyen almacén de municiones y base antiaérea en Libia

Cazas franceses destruyen almacén de municiones y base antiaérea en Libia

© REUTERS/ Jean-Paul Pelissier

22:44 30/03/2011
París, 30 de marzo, RIA Novosti.
  • Cazas franceses lanzaron bombas y destruyeron anoche un almacén de municiones a 30 kilómetros de Trípoli y un sistema de defensa antiaérea a 20 kilómetros de la ciudad de Sirte, comunicó hoy el Ministerio de Defensa de Francia.

En las operaciones participaron cazas Rafale y Mirage de la Fuerza Aérea y aviones de asalto embarcados Super Etendard de la Marina de Guerra de Francia, señaló Defensa.

Anteriormente, los rebeldes libios informaron que aviones franceses  asestaron golpes hoy contra el distrito de la ciudad de Ras Lanuf, del que las tropas gubernamentales desplazaron esta la mañana a los insurgentes.

El Ministerio de Defensa de Francia no ofreció ningunos comentarios al respecto. Señaló que además de realizar bombardeos cerca de Trípoli y de Sirte, la Fuerza Aérea francesa junto con la aviación de Qatar cumplía la misión de garantía de la zona de exclusión aérea sobre Libia.

Desde mediados de febrero en Libia se desarrollan protestas, cuyos participantes exigen la renuncia de Gadafi, quien lleva en el poder más de 40 años. Las manifestaciones desembocaron en choques armados entre las fuerzas gubernamentales y los rebeldes. Organizaciones internacionales informan de miles de víctimas mortales. Las autoridades libias lo niegan.

El 17 de marzo, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó una resolución que autorizaba imponer una zona de exclusión aérea sobre Libia y preveía la posibilidad de realizar una operación militar extranjera para defender a la población contra las tropas de Muamar Gadafi.

La operación “Odisea del amanecer”, en que participan 13 países, incluidos Gran Bretaña, Francia, EEUU, Canadá, Bélgica, Italia, España y Dinamarca, comenzó el 19 de marzo. El  27 de marzo, la OTAN asumió oficialmente el mando de la operación militar de la coalición en Libia.

Ex embajador ruso en Libia opina que la revolución no tiene líderes

Ex embajador ruso en Libia opina que la revolución no tiene líderes

Ex embajador ruso en Libia opina que la revolución no tiene líderes

© AFP/ Patrick Baz

16:33 30/03/2011
Moscú, 30 de marzo, RIA Novosti.
  • La oposición de Libia carece de líderes que organicen la revolución, dijo hoy el embajador destituido de Rusia en Libia, Vladímir Chámov, en una entrevista al diario Moskovskie Novosti.

“Ciertas ciudades en el este del país ahora están a manos del pueblo. No hay control desde Trípoli o Bengasi. La oposición está compuesta de islamistas y otras fuerzas, pero por ahora no se ve quién podría asumir el liderazgo”, dijo Chámov.

El pasado 19 de marzo, la cancillería de Rusia informó sobre la destitución de Chámov como embajor de Rusia en Trípoli.

Algunos medios de prensa moscovitas comentaron que la destitución se produjo tras una supuesta «carta de protesta» remita por Chámov al presidente ruso, Dmitri Medvédev, en la que criticó la postura del Kremlin con respecto a Libia, pero el diplomático refutó esa versión.

“Me han concedido vacaciones oficiales. Trataré de descansar tras todo lo sucedido”, dijo Chámov respecto a su destitución.

A mediados de febrero en Libia estallaron protestas contra el régimen de Muamar Gadafi que lleva más de 40 años en el poder.

Las manifestaciones desembocaron en choques armados entre los rebeldes y las fuerzas gubernamentales. Organismos internacionales reportaron miles de muertos en estos enfrentamientos, pero las autoridades libias niegan asesinatos masivos de civiles.

Ante esta situación, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el 17 de marzo una resolución sobre la implementación de una zona de exclusión aérea sobre Libia y la posibilidad de ataques aéreos a las tropas de Gadafi. Rusia se abstuvo de la votación.

Dos días después, el 19 de marzo, empezó una operación militar en Libia con la participación de EEUU, Reino Unido, Francia, Canadá, Bélgica, Italia, España y Dinamarca.

El pasado 21 de marzo el presidente ruso, Dmitri Medvédev, declaró que la comunidad mundial debe consolidar los esfuerzos para arreglar el conflicto en Libia por vía del diálogo.

Gadafi pide cesar “ataques bárbaros” contra Libia

Muamar Gadafi

Muamar Gadafi

© RIA Novosti

14:06 29/03/2011
Moscú, 29 de marzo, RIA Novosti.
  • El dirigente libio Muamar Gadafi pidió cesar los “ataques bárbaros” de la coalición internacional contra su país, al comparar esa operación bélica con los planes de Hitler de invadir Europa, informaron hoy agencias.

Gadafi hizo estas declaraciones en víspera de la Conferencia Internacional sobre la situación en Libia que comienza hoy en Londres y las dirigió a los participantes de ese foro.

“Cesen los ataques bárbaros e injustos contra Libia. Dejen Libia, que es para libios. Su operación solamente destruye a civiles y un país en vías de desarrollo”, dijo Gadafi.

Según el líder libio, la intervención de algunos países en Libia se asemeja a la actuación de Hitler durante la Segunda Guerra Mundial.

“Ustedes, europeos y estadounidenses, no comprenden que esta operación militar es bárbara y siniestra y recuerda la invasión de Hitler en Europa y los bombardeos de Gran Bretaña”, afirmó Gafadi.

El líder de Yamahiriya se manifestó a favor de la mediación de la Unión Africana para la solución del conflicto en Libia.

“Dejen que la Unión Africana se ocupe de resolver la crisis (en Libia). Aceptaremos todas sus decisiones”, prometió Gafadi al tiempo de añadir que no comprende la razón por la que los países occidentales atacan un país que lucha contra el terrorismo y, en particular, contra Al Qaeda.

Austria y Rusia piden alto el fuego e inicio del diálogo político interno en Libia

Austria y Rusia piden alto el fuego e inicio del diálogo político interno en Libia

Austria y Rusia piden alto el fuego e inicio del diálogo político interno en Libia

© AFP/ Patrick Baz

14:36 30/03/2011
Moscú, 30 de marzo, RIA Novosti.
  • Austria y Rusia se pronunciaron hoy por el cese del fuego y la apertura inmediata del diálogo político interno en Libia.

“Estoy convencido de que el alto el fuego y el inicio inmediato de las negociaciones son el objetivo prioritario. Austria y Rusia apoyan unánimemente la iniciativa correspondiente de la Unión Africana y de la Liga Árabe”, manifestó el ministro ruso de Asunto Exteriores, Serguei Lavrov, al intervenir este miércoles en una rueda de prensa con su homólogo austriaco Michael Spindelegger, de visita en Moscú.

A ambos países, según Lavrov, les “preocupa que la situación en torno a Libia evolucione por vía militar”. “Nuestro objetivo común es hacerlo todo por evitar víctimas civiles. Llamamos a las partes en Libia a lanzar el diálogo político interno para estabilizar la situación e implementar reformas democráticas”, dijo.

Reafirmó que Libia necesita cambios y que su futuro régimen “debe ser democrático” pero insistió en “que lo decidan los propios libios, sin injerencia desde fuera”.  Los actores externos, en su opinión, han de limitarse a facilitar este proceso por todos los medios.

El Consejo de Seguridad de la ONU adoptó el pasado 17 de marzo una resolución que prevé el establecimiento de una zona de exclusión aérea sobre Libia y otras medidas militares para proteger a la población civil de las tropas de Muamar Gadafi. El documento fue aprobado por 10 votos a favor con las abstenciones de Alemania, Brasil, China, India y Rusia. Dos días después se inició en Libia la operación Odisea del amanecer, en la que participan a día de hoy varias naciones occidentales y árabes y cuyo mando militar se encomendó a la OTAN.

Lavrov confesó hoy que Rusia habría avalado la resolución 1973 de la ONU con respecto a Libia “si hubiera definido con precisión los límites del uso de la fuerza”. La vaguedad de las fórmulas, según él, dio origen a “bastantes ambigüedades en la implementación práctica” de ese documento.

Varios políticos occidentales – entre ellos, los ministros de Exteriores de Francia e Italia, así como el presidente de EEUU – mencionaron en los últimos días la posibilidad de suministrar armamento a los rebeldes que desde mediados de febrero pasado luchan contra el régimen de Muamar Gadafi. El jefe de la OTAN, Anders Vogh Rasmussen, manifestó por su parte que el objetivo de la operación en Libia es proteger a la población civil, no armarla. “Estamos totalmente de acuerdo en ello con el secretario general de la OTAN”, comentó al respecto Serguei Lavrov.

CONTRAATAQUE DEL EJÉRCITO DE GADAFI

El frente libio retrocede hasta Briga tras la retirada de los rebeldes

Los rebeldes libios retrocedieron hoy para proteger la estratégica ciudad de Ajdabiya, a 160 kilómetros al suroeste de Bengasi, mientras que la línea del frente se ha trasladado al enclave petrolero de Briga, informó el portavoz militar de los insurgentes, el coronel Ahmad Omar Bany.
Los rebeldes huyen en desbandada acosados por los bombardeos de Gadafi

  • Los rebeldes huyen en desbandada acosados por los bombardeos de Gadafi – Foto: Ap

En una conferencia de prensa en Bengasi, Bany dijo que «el frente se sitúa ahora a ambos lados de Briga (a unos 200 kilómetros al oeste de Bengasi)», donde continúan los combates. Esta mañana, los leales a Gadafi estaban al oeste de Ras Lanuf y los rebeldes se habían  situado en el este«, pero han tenido que retorceder ante el intenso bombardeo de las fuerzas de Gadafi sobre los milicianos revolucionarios.

Los rebeldes han restado importancia a esta retirada pues, han asegurado, «las tropas de Gadafi no están diseñadas para mantener ciudades (en su poder) y no las pueden sostener», por lo que consideró que «todo es posible».

«La situación fluye mucho, y estamos hablando de unas milicias especiales profesionales frente a milicias de voluntarios», recordó Geriani.

Situación confusa
Sin embargo, la situación es confusa, pues dentro del propio bando rebeldel se dan informaciones contrarias. Así, dos combatientes rebeldes han informado de la retirada y un tercero ha asegurado que se sigue combatiendo en los alrededores de esta ciudad del este del país.

«Gadafi nos ha alcanzado con sus cohetes y ha entrado en Ras Lanuf», declaró un miliciano rebelde, Faraj Muftah, a Reuters después de abandonar Ras Lanuf.  «Estamos en el acceso occidental de Ras Lanuf y nos han bombardeado», declaró un segundo combatiente, Hisham. Reuters han visto numerosos vehículos 4×4 de los rebeldes saliendo de Ras Lanuf y dirigiéndose al este.

Un tercer combatiente aseguró, bajo anonimato, que «ésta es una guerra de ida y vuelta» y que sigue habiendo enfrentamientos en los alrededores de Ras Lanuf.

Los rebeldes, en su mayoría dotados únicamente de armamento ligero y de vehículos 4×4, han asegurado que se están viendo superados por la mayor potencia de fuego y la mayor capacidad armamentística de las tropas de Gadafi.

Acosados por la artillería

Tras el rápido avance del pasado 27 de marzo, cuando los rebeldes recuperaron cuatro ciudades -Ajdabiya, Ras Lanuf, El Aguila y Ben Yauad- en una sola jornada, los milicianos revolucionarios comenzaron a retroceder ayer por los bombardeos de la artillería de Gadafi, que disparaba desde el Valle Rojo, cerca de Sirte.

La aviación aliada acude en ayuda de las fuerzas rebeldes libias en retirada

Bin Jawad y Ras Lanuf son los lugares en los que se están produciendo los combates más duros | «Necesitamos los aviones de Sarkozy», reclaman los rebeldes libios

Internacional | 30/03/2011 – 15:02h

XAVIER MAS DE XAXÀS. ENVIADO ESPECIAL

Bengasi / Enviado especial

  • La mañana ha sido muy dura para las fuerzas rebeldes, incapaces de sostener sus posiciones a lo largo de la carretera que lleva a SirteTrípoli. Los combates son muy duros entre Bin JawadRas Lanuf.

Los milicianos se han retirado primero a Brega, otra ciudad petrolera, y después, a primera hora de la tarde, muchos de ellos han buscado refugio incluso más al este, en Ajdabiya, la última ciudad antes de Bengasi, plaza fuerte de la resistencia.

«Necesitamos los aviones de Sarkozy», decían los guerrilleros revolucionarios que llegaban hasta esta ciudad. «La situación es muy mala –confesaba Mustafá al Aiwa-, que el martes estuvo en Ras Lanuf y esta mañana ha dejado Brega. «No tenemos las armas adecudas.Gadafi tiene cohetes Grad que alcanzan 40 kilómetros. Nosotros, sólo ametralladores, lanzagranadas y viejos Kalashnikov».

La opción, barajada en Washington, de armar a esta fuerza de voluntarios sin experiencia militar es difícil de imaginar cómo podría llevarse a cabo. Antes que armas esta gente necesita adiestramiento –especialmente si ha de recibir armamento nuevo- y no hay tiempo ni modo de proporcionárselo.

La aviación aliada –atribuida toda ella a Francia por ser este el país que primero atacó a Gadafi- bombardeó las posiciones gadafistas en la inmediaciones de Ras Lanuf durante la mañana. Si estos ataques tienen éxito, lo más probable es que este enclave petrolero, que ha cambiado de manos varias veces en el último mes, vuelva a caer del lado rebelde.

Los próximos días van a ser cruciales para determnar a suerte de esta guerra. La OTAN, que no quiere un conflicto largo, deberá hacer lo que le piden los guerrilleros. En caso de que la aviación aliada no logre romper la resistencia de las unidades gadafistas, el choque armado se enquistará en un frente oscilante a lo largo de la costa que imposibilitará la salida de Gadafi del poder y la fundación de una nueva Libia.

Los guerrilleros con los que hemos podido hablar esta mañana estaban cansados y desconcertados por el escaso apoyo aéreo recibido el lunes y martes, pero deseosos de volver al frente para atrapar a Gadafi tan pronto la aviación aliada les abra el camino.

El ministro libio de Exteriores abandona a Gadafi

Musa Kusa renuncia en el Reino Unido a seguir formando parte del Gobierno del coronel

Internacional | 30/03/2011 – 23:54h

  • Londres. (EFE).- El ministro libio de Asuntos Exteriores, Musa Kusa, ha renunciado en el Reino Unido a seguir formando parte del Gobierno del coronel Muamar el Gadafi. Así lo informó el Foreign Office, que aseguró que Kusa llegó en un avión procedente de Túnez a territorio británico, donde manifestó que ya no quiere representar al régimen libio.

«Podemos confirmar que Musa Kusa llegó al aeropuerto de Farnborough (al suroeste de Londres) el 30 de marzo procedente de Túnez», dijo un portavoz del ministerio británico de Exteriores. «Ha viajado hasta aquí por voluntad propia.

Nos ha dicho que renuncia a su cargo. Estamos hablando con él y ofreceremos detalles más adelante», indicó el portavoz, que recordó que «Kusa es una de las principales figuras del Gobierno de Gadafi».

«Su papel era representar al régimen internacionalmente, algo que no quiere seguir haciendo», recordó el portavoz.

«Animamos a las personas del entorno de Gadafi a que le abandonen y a que se sumen a un mejor futuro para Libia que permita una transición política y una verdadera reforma que represente las aspiraciones del pueblo de Libia», agregó.

La confirmación oficial de la renuncia de Kusa se produjo después de intensos rumores acerca de sus intenciones de desertar. La agencia tunecina TAP informó el martes de que había llegado a Túnez, donde no había explicado las razones de su viaje.

Cuando en las últimas horas se difundió que estaba camino del Reino Unido, el régimen libio informó de que viajaba para llevar a cabo una misión diplomática por encargo del coronel Gadafi.

Pero una vez que tuvo constancia de sus intenciones el Foreign Office se apresuró a informar de que su intención era renunciar a su cartera como jefe de la diplomacia del régimen libio. Kusa, que como diplomático trabajó varios años en Londres, es considerado una de las personas más cercanas a Gadafi en los últimos años y una figura decisiva para convencer al coronel de que renunciara al terrorismo y a desarrollar armas de destrucción masiva para tener una buena relación con Occidente.

La ONU ha perdido toda credibilidad y por eso es fácil despreciar este organismo, ignorarlo o manipularlo .

Escrito por: loisdmuras el 30 Mar 2011 – URL Permanente

La cruzada neoliberal.

El sistema de la ONU ha perdido toda credibilidad y por eso es fácil despreciar este organismo, ignorarlo o manipularlo .

Extracto…..

…………..No podemos dejar de pensar que lo que está en juego, concretamente, en esta región del mundo es el lugar del Estado de Israel en un espacio del Oriente Próximo que podría sufrir modificaciones.
El mundo árabe está reflexionando sobre sí mismo no a partir de sistemas dictatoriales sino de reivindicaciones basadas en la necesidad de democracia, pensada teniendo en cuenta los fundamentos específicos de cada país.

En efecto, ¿quién puede creer que haya un único modelo democrático?

Quien así piense está ya tratando de imponer una visión hegemónica del mundo.
Sin embargo, las revueltas árabes implican, además del derecho a vivir con dignidad y libertad, una distribución efectiva de la riqueza, el deseo de tener otras relaciones internacionales y, entre otras, una posición diferente sobre Palestina.

Los dictadores nunca han querido escuchar a sus pueblos, que piden que el derecho internacional sea respetado y efectivo para el pueblo palestino, y que los funcionarios estatales que permiten los crímenes de guerra cometidos por Israel sean juzgados ante la Corte Penal Internacional.

Por lo tanto, en un segundo plano, en la votación de la resolución 1973 está el temor al cambio en la naturaleza de las relaciones de poder en la región.
Por esta razón no es coincidencia que Arabia Saudita haya proporcionado fuerzas de policía para quebrar la revuelta del pueblo de Bahrein sin que esta misma “comunidad internacional” haya adoptado una sola resolución contra este Estado que mata en directo a sus ciudadanos, ni tampoco contra Yemen, aunque la situación sea diferente.

¿De qué modo “los pueblos de las Naciones Unidas” que han declarado su intención de “practicar la tolerancia y a convivir en paz como buenos vecinos” y “unir sus fuerzas para el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales” (1) se pueden ahora reconocer en lo que la comunidad internacional muestra de sí misma?

Ya no se trata de vivir en paz en un espíritu de buena vecindad, sino de garantizar la supremacía y el dominio sobre todos los demás pueblos, con fines de dominación imperialista.

Por lo tanto, cualquier cosa es posible.

Así pues, con la resolución 1973, los miembros del Consejo de Seguridad afirman sin pestañear “su resuelto compromiso con la soberanía, la independencia, la integridad territorial y la unidad nacional de la Jamahiriya Árabe Libia” y su intención de adoptar “todas las medidas necesarias, pese a lo dispuesto en el párrafo 9 de la resolución 1970 (2011), para proteger a los civiles y las zonas pobladas por civiles que estén bajo amenaza de ataque en la Jamahiriya Árabe Libia, incluida Benghazi, aunque excluyendo el uso de una fuerza de ocupación extranjera de cualquier clase en cualquier parte del territorio libio” (2).

¿Cómo es posible esta paradoja, en una resolución que es ilegítima?

¿Cómo fue posible no llegar a una resolución de este tipo con ocasión de la agresión israelí contra el Líbano, en 2006, en la que 1.500 civiles murieron asesinados bajo las bombas israelíes?

¿Cómo es posible que no se haya aprobado ninguna resolución contra el Estado israelí, que en el invierno de 2008-2009 causó la muerte de 1.490 personas, bajo las mismas bombas, y que no se haya formulado ningúna demanda ante la Corte Penal Internacional, bajo la responsabilidad del Consejo de Seguridad, contra los responsables de los numerosos crímenes de guerra y, posiblemente, crímenes de lesa humanidad cometidos contra el pueblo palestino desde que se llevó a cabo la ilegal ocupación, mientras que el Consejo de Seguridad, sin ningún tipo de reparos por el desigual trato, ha presentado ahora ante la Fiscalía de la Corte Penal Internacional un recurso por la situación en la Jamahiriya Árabe Libia contra los autores, o sus cómplices corresponsables, de los ataques, incluídos los ataques aéreos y marítimos, en contra de la población civil?

Es útil recordar que, con el fin de garantizar la ley del más fuerte, el Consejo de Seguridad ha pedido a la Corte Penal Internacional que no inicie procedimientos o procesos en contra de los funcionarios, el personal en activo o los ex responsables de un Estado contribuyente que no sea parte en el Estatuto de Roma por actos u omisiones relacionados con operaciones establecidas o autorizadas por la Organización de las Naciones Unidas.

La respuesta básica a todas estas disfunciones ha de buscarse en la importancia del lugar que ocupa el Estado de Israel en el corazón de todos los occidentales. Este Estado sería uno de los mayores baluartes contra la invasión árabe que temen todos los países occidentales –al ser, supuestamente, el único Estado democrático en esta región del mundo–, lo que equivale a ignorar a Palestina y el resultado de las elecciones 2006.

Cualquier cosa es posible cuando se trata de contener esta «invasión», y cualquier pretexto es bueno para utilizar los organismos de las Naciones Unidas con otros objetivos distintos a los que les asigna la Carta de las Naciones Unidas.

En este ejercicio de transfiguración de las normas del derecho internacional, Francia ha demostrado ser el mejor peón para promover la desintegración y la deslegitimación del derecho internacional.

Deseosa de hacer olvidar de su no compromiso contra Irak, Francia ha luchado para que los ataques dirigidos tuvieran lugar, aún cuando fuera al margen del marco de las Naciones Unidas, en nombre del “derecho de intervención” y la “responsabilidad de proteger” a la población civil.

Sin embargo, el gobierno sabe muy bien que el uso de la fuerza o incluso la amenaza del uso de la fuerza está prohibido en el punto 4 del artículo 2 de la Carta de las Naciones Unidas.

En el estado actual del dispositivo imperialista, es natural que Francia, miembro del Consejo de Seguridad, no se haya erigido en garante de esta norma imperativa del derecho internacional y haya preferido navegar en conceptos como el derecho de ingerencia, que no se figura en ningún convenio internacional y que abre la puerta peligrosamente a la ley del más fuerte y la desintegración de todas las normas imperativas del derecho internacional.

Preferir la violencia y la guerra a la búsqueda de medios para mantener la paz y la seguridad internacional para todos los pueblos es permitir el cuestionamiento de todo el sistema multilateral de las Naciones Unidas, cuando existen otros medios para frenar el dictador de Libia.

Así, habría sido preferible mantener con más convicción el embargo de armas, tecnología militar y cooperación científica; prohibir las relaciones comerciales y las inversiones; congelar los activos o de suspender todos los acuerdos relacionados con el transporte aéreo, entre otros.

Pero, por si fuera necesario, lo que sucede con Libia no hace sino confirmar que el sistema de la ONU ha perdido toda credibilidad y por lo tanto es fácil despreciar este organismo, ignorarlo, manipularlo o incluso pretender que no existe.

Una vez elegido el camino de la violencia, de una posible balcanización de Libia, de un atolladero en Iraq con el pretexto de ayudar a instalar una democracia –siempre según principios occidentales– es todo ello prueba de cinismo, de un cálculo eminentemente «racional», del que sólo son capaces las grandes potencias que tratan de recuperar el control de la región, rica en petróleo, e imponer su modelo de democracia, sin tener en cuenta las aspiraciones de los pueblos, pero sobre todo no ver cuestionado el equilibrio estratégico establecido a base de ayuda financiera, económica y militar para los países que demostraron ser buenos amigos de los países que simbolizan el eje del bien.

Algunos países miembros del Consejo de Seguridad –especialmente los llamados BRICS (3)– sin duda han comprendido uno u otro aspecto de la cuestión planteada por Libia, lo que explica su abstención, pero hubieran podido expresar su veto si el equilibrio de fuerzas, en este caso concreto, hubiera estado a su favor. Pero no es así.

Estos países y los que votaron a favor de esta resolución juegan peligrosamente con fuego y dan un nuevo impulso a la carrera hacia la mutación del derecho internacional, ya muy avanzada.
Sólo consiguen acentúan la política de doble rasero que sufren muchos países que debe pasar por las horcas caudinas de los acuerdos que se les imponen o que son víctimas de la omisión de las obligaciones, en materia de responsabilidad internacional, que tiene la comunidad internacional.

No obstante, algunos organismos de la ONU han insistido en diversas ocasiones en la obligación que tienen todos los miembros de abstenerse, en sus relaciones internacionales, del uso de la fuerza, así como del principio de libre determinación de los pueblos, en particular la disposición del artículo primero común a los pactos internacionales de derechos económicos, sociales y culturales y de derechos civiles y políticos.

La Asamblea General de la ONU, por su parte, sigue proclamando la necesidad de respetar los principios y normas de la Carta, en particular la obligación de respetar la igualdad soberana de todos los Estados, y la de abstenerse de recurrir a amenazas o uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado, o actuar de manera incompatible con los objetivos de las Naciones Unidas.
También ha insistido en que todas las personas aspiren a un orden internacional fundado en los principios consagrados en la Carta, incluida la necesidad de promover los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos y fomentar el cumplimiento, así como los principios relativos a la igualdad de derechos y libre determinación de los pueblos, sino también promover la paz, la democracia, la justicia, la igualdad, Estado de Derecho, el pluralismo, el desarrollo, la elevar el nivel de vida y la solidaridad.

Pero los poderosos no se preocupan por estas reivindicaciones, que ponen impedimentos a sus propios intereses, ni por la representación que se han construido del mundo al que aspiran, y prefieren suavizar el alcance de dichas obligaciones, especialmente a través de la llamada “intervención humanitaria”.

Por lo tanto, estamos viendo desde hace algún tiempo la desintegración del derecho internacional clásico basado en la Carta, que está siendo neutralizado por los Estados Unidos y sus aliados (Japón, los Estados europeos), especialmente en materia de cooperación internacional, arreglo pacífico de disputas, paz y seguridad o, incluso, derecho a la paz.

Al desestructurar este derecho político, se legitima el desencadenamiento de la violencia de los más poderosos: parten en misión de conquista, en nombre de una nueva civilización como en su día fue la invasión europea de tierras americanas o de tierras del Imperio Otomano, en una cruzada que apenas logra camuflar las políticas y los objetivos de sometimiento de los pueblos y la apropiación de sus recursos comunes.

A la vez que, paradójicamente, la ONU, que debería ser el elemento de contención y regulación legal de la violencia, es instrumentalizada y participa en la conquista del mundo.

Desorden mundial, anarquía, violencia desatada de los poderosos, crisis de legitimidad, crisis de legalidad, crisis de gobernabilidad, crisis institucional, crisis de la democracia: he aquí las principales características de la sociedad internacional.

El Consejo de Seguridad ya no tiene el objetivo de mantener la paz y la seguridad, sino que prefiere castigar a los Estados que se desvían del orden liberal mundial. Por lo tanto, se convierte en un organismo de interpretación arbitraria al servicio de las grandes potencias.
La facultad discrecional que le confiere la Carta de las Naciones Unidas se ha convertido en un poder al servicio sólo de los intereses de los más fuertes, lo que justifica sus estrategias de dominación y encubre graves violaciónes de las normas internacionales.

Contra las aspiraciones de los pueblos, al fin está abierta de par en par la puerta de unas nuevas relaciones internacionales basadas en la ley del más fuerte.

El mundo está entrando en el ojo de un huracán que podría convertirse en guerra.

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La cruzada manipulativa.
….

(1) Del preámbulo de la Carta de las Naciones Unidas (1945) http://www.un.org/es/documents/charter/preamble.shtml (N. del t.)

(2) Cf. búsqueda: “resolución 1973 naciones unidas site:www.un.org” (N. del t.)

(3) Brasil, Rusia, India, China, África del Sur (N. del t.)

Fuente: http://www.cahiersdusocialisme.org/2011/03/22/enfin-la-porte-est-grande-ouverte

Mireille Fanon Mendes-France
Fundación Frantz Fanon

Los libios hacen la revolución, y otros se quedan con la plata

Tema de actualidad: Actos de protesta contra el régimen de Gadafi en Libia

16:26 14/03/2011
Columna semanal por Armando Pérez

Entre las noticias relacionadas con Libia, algunos medios de información en Rusia y el exterior comentan las medidas emprendida por algunos gobiernos occidentales para contener la contraofensiva del líder  libio, Muamar Gadafi cuyas tropas paulatinamente recuperan el control sobre las ciudades donde días antes triunfó la revolución.

En particular, la congelación o arresto de cuentas de bancos y activos supuestamente pertenecientes a Gadafi, sus familiares o su entorno, con el objetivo debilitarlo económicamente e impedir que compre más armas para aplastar la rebelión y conservar el poder en Libia.

Aunque teóricamente, Gadafi ya no puede comprar más armas porque las sanciones impuestas recientemente por el Consejo de Seguridad de la ONU incluye un embargo total a la venta de armas al régimen líbio en momentos  cuando la situación en el país árabe  depende de la capacidad de combate de cada una de las partes enfrentadas.

El apoyó al régimen de sanciones contra Libia ya supuso pérdidas para Rusia por concepto del incumplimiento de contratos de venta de armas anteriormente suscritos con las autoridades libias.

Y otros países de Europa, también asumen pérdidas tras suspender  cláusulas de mantenimiento, entrega de repuestos y modernización de armamento vendido al ejército de Gadafi por empresas de  Italia, Alemania, Bélgica y España, entre otros.

El gobierno de Italia concedió a Gadafi licencias para exportar cazas, bombarderos por 107 millones de euros, porque el gobierno de Libia es accionista de la italiana Finmeccanica,  la octava empresa productora de armas en el mundo,  que cuenta con fábricas de helicópteros en el territorio libio.

En 2009, Alemania vendió a Libia armamento por 83,5 millones de euros entre vehículos todoterreno, helicópteros, radares, y armamento en capacidad de inutilizar la muy mencionada  zona de exclusión aérea, como proponen algunos países europeos y los cancilleres de los países miembros de la Liga Árabe en una cumbre celebrada la semana pasada en El Cairo.

Y no obstante la seguridad de que nadie vende o venderá más armas a Gadafi, la cruzada internacional contra las reservas de divisas libias y sus activos en el exterior parece que tiene motivos diferentes.

Y no es para menos, en las actuales circunstancias, Libia es un bocado suculento y absolutamente indefenso  porque cuando salga Gadafi, nadie puede demostrar con papeles en la mano quién es el dueño o responsable de 200.000 millones de dólares  de reservas internacionales, al menos  430.000 millones invertidos en Europa y Estados Unidos y la novena reservas de hidrocarburos más grande del mundo.

Hasta que estalló la revolución en Libia, el administrador de esa renta era Gadafi y como ahora, el consenso mundial es que el coronel libio debe dimitir, por lógica las riquezas libias deben pasar a las nuevas autoridades.

El problema es que “esas autoridades” no existen en absoluto.

Para provecho de los codiciosos, la actual situación en Libia conduce a un callejón sin salida o a compromisos arriesgados a muy largo plazo,  porque las amorfas fuerzas revolucionarias que se perfilan como representantes del pueblo libio apenas han sido reconocidas en Occidente como “interlocutores” sin ningún atributo de legitimidad.

Y mientras aparezca esa “legitimidad” que cumpla los requisitos que exige Occidente puede pasar mucho tiempo.

Mientras tanto, los gobiernos de los países civilizados preocupados de palabra, pero sin mover un dedo para detener la guerra civil en Libia comenzaron unilateralmente la repartición del pastel.

Con la precisión de francotiradores, los gobiernos volcaron todo el poder de su legislación para congelar los fondos de la Autoridad Inversora Libia (LIA, por sus siglas en inglés), fondo soberano con inversiones en sectores claves de la economía mundial.

LIA tiene acciones del banco Unicredit, del consorcio automovilístico Fiat y hasta parte del Club de Fútbol Juventus de Turín.

Precisamente LIA y no Gadafi figura como la mayor accionista de la empresa Libyan Italian Advanced Co, subsidiaria de Finmeccanica que  fábrica helicópteros en plantas en Libia.

Considerado el 13º mayor fondo soberano del mundo, LIA también tiene inversiones en Inglaterra con acciones en HSBC, la mayor entidad bancaria del Reino Unido; y es el quinto accionista del grupo Pearson, propietario del diario Financial Times (FT).

El fondo libio tiene participaciones en la petrolera Royal Dutch Shell, en la banca Standard Chartered, en Vodafone y en British Petroleum, que tiene concesiones petrolíferas e inversiones superiores a los 1.000 millones de euros en Libia.
LIA también tiene inversiones importantes en EEUU más que todo en empresas como Exxon, Chevron, Pfizer, Xerox, Halliburton y Honeywell, del sector aeroespacial.

Al comenzar la campaña contra LIA, algunos expertos en Rusia comparten la opinión del presidente de Venezuela Hugo Chávez cuando afirmó que muchos gobiernos aprovechan la situación en Libia para sacar provecho a costa del capital libio invertido en el exterior mientras aparecen los nuevos dueños legítimos.

En consecuencia, Alemania, Canadá Austria y Suiza   ya congelaron cuentas de Gadafi, sus familiares y entidades Libias y EEUU también congeló fondos libios por un monto de 30.000 millones de dólares.

El problema es que cada uno de esos gobiernos no explica las implicaciones de las medidas impuestas y en el mejor de los casos, afirman que se trata de la suspensión total de transacciones y el pago de dividendos.

El ministro de Economía, Rainer Brüderle, quién ordenó el bloqueo de las cuentas del Banco Central, del Libyan Foreign Bank, y LIA en Alemania garantizó que las cuentas permanecerán bajo custodia hasta que la situación Libia se aclare y el capital pueda ser puesto en manos de autoridades reconocidas por el pueblo libio.

Pero los expertos rusos afirman que la congelación de fondos más que todo impide a los actuales propietarios (Gadafi) utilizar esos fondos y que es muy difícil la transferencia a “nuevos” dueños.

Como ejemplo citan el pleito de las autoridades de Haití que desde 1989 reclaman sin éxito la devolución de las cuentas depositadas en bancos de Suiza del ex dictador Jean-Claude Duvalier, o Mobutu, ex presidente de Zaire.

A pesar de que las nuevas autoridades en Egipto ya presentaron las demandas correspondientes, las autoridades helvéticas no han congelado las cuentas del derrocado presidente Hosni Mubarak.

Técnicamente la parte ejecutora del embargo responde por  el valor nominal del capital, y no de los dividendos o pérdidas que puede ocurrir durante el bloqueo de esos activos.

Queda la esperanza en que los gobiernos occidentales devolverán al pueblo libio esos fondos que para ellos significa, progreso y bienestar, que es por lo que actualmente luchan los que se levantaron en armas contra Gadafi.

Los rebeldes libios se retiran a la estratégica ciudad de Ajdabiya tras perder Brega y Ras Lanuf

Rebeldes en Ras Lanuf

Rebeldes en Ras Lanuf

 

  • Se han replegado hacia el este para proteger la estratégica ciudad de Ajdabiya.
  • Los rebeldes no cuentan con el armamento ni la preparación de las tropas de Gadafi.
  • AGENCIAS. 30.03.2011 – 19.19h

La ofensiva de las fuerzas leales al coronel Muamar el Gadafi han logrado frenar el, hasta el martes imparable avance de los rebeldes libios, que ya han perdido los enclaves petroleros de Brega y Ras Lanuf.

Ante la pérdida de posiciones, los rebeldes se han replegado hacia el este para proteger la estratégica ciudad de Ajdabiya, a 160 kilómetros al suroeste de Bengasi, sede del Consejo Nacional Libio, el órgano de gobierno interino formado por los rebeldes, según informó el portavoz militar de los insurgentes, el coronel Ahmad Omar Bany.

El portavoz militar de los insurgentes asegura que «Ajdabiya no caerá»

Pese a la progresión de los gadafistas hacia el este, el coronel aseguró que «Ajdabiya no caerá» y recordó que es una de sus líneas de defensa pero no la única.

Según el coronel, las tropas del líder libio, Muamar el Gadafi, están apoyadas por una fuerza de entre 3.200 y 3.600 soldados de la Guardia Republicana chadiana, bajo el mando del vicedirector de la Seguridad Nacional de Chad, Isa Bahar, primo del presidente Idris Deby.

«Es una fuerza muy preparada con armamento pesado y altamente mecanizada», dijo Bany, quien explicó que los milicianos rebeldes sólo disponen de armas ligeras, por lo que se ha optado por una retirada «táctica» hasta trazar una mejor estrategia para hacerles frente.

Para hacer frente a las tropas gadafistas necesitan entrenamiento y armamento pesado
Bany destacó que ha sabido de la existencia de este contingente chadiano a través de tres fuentes, una de ellas procedente de Chad.

«Para hacer frente a esta fuerza, necesitamos de armas con las que se puedan destruir tanques y artillería de 155 mm», que es lo que están empleando los gadafistas, precisó Bany, quien subrayó que otra de las necesidades de los milicianos rebeldes es el entrenamiento en el uso de armas pesadas.

Pese a la cercanía de las tropas progubernamentales, Bany expresó su confianza en que la OTAN cumplirá con la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU  del pasado 17 de marzo que autoriza «todas las medidas necesarias» para proteger a la población civil libia de los ataques del régimen de Gadafi.

Las tropas de Gadafi recuperan Ras Lanuf y Brega

Los sublevados han afirmado que las fuerzas gubernamentales, que han tomado las ciudades de Es Sider y Ras Lanuf, se dirigieron a Brega, otra ciudad petrolera. Un corresponsal de la agencia Reuters vio a muchos rebeldes saliendo de Brega en camionetas y otros vehículos ydirigiéndose a la ciudad de Ajdabiya, retrocediendo tan rápidamente como habían ido tomando territorio.

Nos concentraremos allí y, si Dios quiere, volveremos a Brega»Estamos yendo a Ajdabiya», ha indicado el combatiente rebelde Mohamed al Abreigi. «Nos concentraremos allí y, si Dios quiere, este miércoles volveremos a Brega», ha añadido. Previamente, el corresponsal de la BBC en Ajdabiya había dicho que los rebeldes se estaban retirando de esta ciudad ante el empuje de las fuerzas de Gadafi, pero lo que han dicho ahora los insurrectos contradice esa información.

El corresponsal de Reuters Alexander Dziadosz ha afirmado que muchas familias están abandonando Ajdabiya y se están trasladando a Bengasi, sede del Consejo Nacional Libio, el órgano de gobierno interino formado por los rebeldes. Según este periodista, la carretera por la que se sale de la ciudad está llena de coches en los que viajan familias con sus pertenencias.

Ras Lanuf se trata de un enclave estratégico en la zona petrolera de Libia que había sido reconquistado hace unos días por los rebeldes, impulsados por el apoyo de la coalición de voluntarios que se encargaba de vigilar la zona de exclusión aérea. Sin embargo, los rebeldes se han tenido que replegar ante los contraataques de Gadafi.

Obama fija una doctrina de seguridad en las antípodas de los ‘neocon’

El presidente de EE UU aboga por el multilateralismo y el uso limitado de la fuerza

ANTONIO CAÑO – Washington – 30/03/2011

El liderazgo norteamericano, de acuerdo a la doctrina que Barack Obama trata de poner en práctica en Libia, está basado en la protección universal de los valores que rigen en EE UU -aun cuando no haya intereses nacionales vitales amenazados-, en el uso prudente y limitado de la fuerza militar y en la búsqueda del mayor respaldo y legitimidad internacional posibles.
Es exactamente, según palabras del presidente, la teoría contraria a la que el movimiento neocon aplicó en Irak.

  • Después de varios días de silencio y una sucesión de quejas del Congreso por haber sido prácticamente ignorado, Obama se dirigió el lunes por la noche a la nación para defender su decisión de intervenir en Libia en la forma exacta en que lo ha hecho, sin suficiente motivo, según algunos, o sin la debida energía, según otros.

Con ese fin, Obama definió lo que él llamó «el uso del poder militar de Estados Unidos y su liderazgo global en el mundo bajo mi presidencia», basado en tres pilares fundamentales:

– Un nuevo concepto de los intereses nacionales. «Habrá ocasiones», dijo, «en las que nuestra seguridad no se vea directamente amenazada, pero nuestros intereses y nuestros valores sí». Libia es un ejemplo.

Muamar el Gadafi estaba a punto de cometer una matanza en Bengasi. El mismo dictador había anunciado que no habría compasión con los rebeldes. «No se corresponde con nuestros intereses nacionales permitir que eso pase.

Me niego a que eso pase», manifestó Obama, corrigiendo ligeramente a uno de los principales miembros de su Administración, el secretario de Defensa, Robert Gates, que el fin de semana anterior había declarado que Libia «no es de interés vital para Estados Unidos».

«El liderazgo norteamericano se medirá en última instancia por sus ideales», aseguró el presidente.

– Uso limitado de la fuerza. «Ampliar nuestra misión militar (en Libia) para incluir el cambio de régimen hubiera sido un error», afirmó Obama. «La coalición se habría dividido, hubiéramos tenido que poner tropas sobre el terreno, los peligros a los que hubieran tenido que hacer frente nuestros soldados hubieran aumentado, así como nuestra responsabilidad en los acontecimientos sucesivos… Estados Unidos no puede hacer uso de la fuerza militar en cualquier lugar en el que hay represión.

Dados los costes y los riesgos de una intervención tenemos que buscar siempre un equilibrio entre nuestros intereses y la necesidad de actuar». Esta teoría ha provocado críticas de inmediato. El senador republicano John McCain declaró ayer que Gadafi «se debía de sentir muy aliviado» al saber que Obama no pretendía forzar un cambio de régimen en Libia.

– Responsabilidades compartidas con el mayor número de países. «El liderazgo norteamericano», explicó el presidente, «no consiste en ir solos y cargar con todo el peso.

El verdadero liderazgo es crear las condiciones y las coaliciones para que otros se sumen también; trabajar con aliados y socios para que asuman su parte de carga y su parte del coste, para que los principios de justicia y dignidad humana sean defendidos por todos».

Obama no mencionó la autorización de Naciones Unidas como uno de los ingredientes necesarios para la actuación militar de su país. Citó la resolución de la ONU sobre Libia como ejemplo de la conveniencia de actuar con el mayor respaldo internacional posible, pero no como una condición imprescindible.

La doctrina Obama nace de la necesidad y de la experiencia. Obama ha enviado al Congreso un presupuesto que incluye una reducción de 53.000 millones de euros del gasto del Pentágono y es consciente de la prioridad política que representa la reducción del déficit y de la deuda nacional.

Las aventuras militares son caras -un billón de dólares en Irak, más aún en Afganistán cuando esa guerra acabe- y EE UU no se las puede permitir hoy con la misma alegría que en el pasado.

Esos dos últimos conflictos han marcado los límites de la actuación militar de EE UU no solo en términos económicos. También en términos políticos y estratégicos.

De acuerdo con lo expuesto por Obama, el objetivo de su Administración será, como está haciendo en Libia, contribuir a paliar una tragedia humanitaria pero no puede embarcarse en derrocar un Gobierno que le disgusta -Irak- o en construir un sistema político desde las cenizas de una guerra -Afganistán-.

Obama subraya que esto no tiene nada que ver con Irak

«Los costes de la guerra» contra Sadam en vidas, dinero y años «no los podemos repetir en Libia». Asegura que no pretende la caída de Gadafi

ISABEL PIQUER CORRESPONSAL 30/03/2011 06:00

Barack Obama, durante su discurso en la National Defense University. - CHARLES DHARAPAK

Barack Obama, durante su discurso en la National Defense University. – CHARLES DHARAPAK

Libia no es Irak. Obama no es Bush.

El presidente de EEUU quiso dejar claro en su primer discurso oficial sobre la intervención militar contra Gadafi que su decisión se debió y se limitará a razones humanitarias.

Nada de cambio de régimen, ni más operación que la de proteger a la población civil.

Pero el mandatario dejó muchas preguntas sin respuesta y su explicación no sirvió para disipar las profundas dudas e inquietudes sobre la estrategia de salida si el conflicto se prolonga.

Obama hizo lo posible por describir una operación limitada, sensata, moral e internacional; en suma, todo lo que no fue la guerra de Irak.

Pero la descripción que ofreció en la madrugada de ayer (hora de España) en la Universidad Nacional de Defensa, junto a Washington, no se corresponde con el ultimátum que lanzó a Gadafi hace unas semanas, instándole a irse por carecer de la legitimidad popular.

El presidente trata de disipar las serias inquietudes de los norteamericanos

Aunque Obama habló de los riesgos de un conflicto más largo de lo previsto, no dijo cuándo ni en qué términos EEUU se retiraría de la ofensiva. Tampoco se refirió directamente a los rebeldes que han conseguido arrinconar a las fuerzas de Gadafi gracias al respaldo aéreo de los aliados.

«Teníamos que intervenir para impedir una matanza», dijo Obama, quien insistió en el carácter multilateral de la operación y subrayó que la coalición, contrariamente a la de Bosnia, que tardó un año en fraguarse, se consolidó en tan sólo un mes. «No hemos actuado solos, nos acompañan nuestros aliados más próximos» entre los que incluyó a España, «que han luchado con nosotros desde hace décadas».

E incluyó a los dos únicos países árabes que de momento se han unido a la operación: Emiratos Árabes Unidos y Qatar.

El presidente reconoció que el mandato de la ONU no incluye derrocar al Gobierno libio, «aunque el mundo estaría mejor sin Gadafi».

Ampliar la misión militar «a un cambio de régimen sería un error», declaró el mandatario, porque dividiría a los aliados, supondría mandar tropas a Libia (cosa que Washington no piensa hacer), abrir un tercer frente en un país árabe y multiplicaría exponencialmente la factura bélica.

«Teníamos que intervenir para impedir una matanza», proclama

Calibrar costes y riesgos

«Siendo brutalmente sincero, ya fuimos por ese camino en Irak», señaló Obama. «Gracias al sacrificio de nuestras tropas y la voluntad de nuestros diplomáticos, tenemos esperanza en el futuro de Irak. Pero el cambio de régimen costó ocho años, miles de vidas estadounidenses e iraquíes y billones de dólares.

Es algo que no podemos repetir en Libia». El presidente confirmó que EEUU traspasará hoy a la OTAN el liderazgo en la tarea de proteger a los civiles libios, tras lo cual sólo tendrá un papel de «apoyo».

Obama, contestando a los que acusan a EEUU de tener un doble rasero ante lo que pasa en Bahrein y Yemen, alegó que Washington no puede usar su Ejército «cada vez que hay una represión» y debe «calibrar los costes y los riesgos de una intervención»; lo que tampoco puede ser un argumento, dijo el presidente, «para no actuar en defensa de lo que es justo».

Los republicanos, que criticaron a Obama por no haber consultado al Congreso (entonces de vacaciones de primavera) antes de iniciar el ataque, juzgaron la intervención presidencial de insuficiente. «El discurso no respondió a las inquietudes sobre la intervención libia», dijo el representante por Georgia, Tom Price, «ni dio una idea de un plan de futuro».

Los congresistas intentarán resolver sus dudas con la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y su colega de Defensa, Robert Gates, cuando hoy comparezcan ante el comité de asuntos militares de la Cámara de Representantes.

30 mars 2011

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Kosovo, Irak, Afganistán :

los partidarios de una intervención en Libia ¿no han aprendido la lección ?

Jean Bricmont, autor de una obra sobre el imperialismo humanitario,

nos explica porqué el derecho de injerencia

es incompatible con la paz en el mundo y perjudica a las causas humanitarias.

A menos, evidentemente, que dichas causa no sean más que pretextos…

Entrevista : Grégoire Lalieu

¿Puede recordarnos en qué consiste el imperialismo humanitario ?

Es una ideología que pretende legitimar la injerencia militar contra países soberanos en nombre de la democracia y de los derechos del Hombre.

La motivación siempre es la misma : una población es víctima de un dictador y por lo tanto hay que actuar.

Entonces nos sacan las referencias a la Segunda Guerra mundial, a la guerra de España y otras.

Se trata de hacer aceptable la intervención. Es lo que pasó en Kosovo, Irak o Afganistán.

Y ahora ¿es el turno de Libia ?

Hay una diferencia, porque en este caso está autorizada por una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Pero esa resolución ha sido votada en contra de los principios mismos de la Carta de las Naciones Unidas. Efectivamente, no veo ninguna amenaza exterior en el conflicto libio. Se ha recurrido a la noción de la “responsabilidad de proteger” a la población, pero quemando un poco las etapas.

Además, no hay pruebas de que Gadafi masacre a la población simplemente con el objetivo de masacrarla. Es algo más complicado : se trata más bien de una insurrección armada y no sé de ningún gobierno que no reprima este tipo de insurrección.

Evidentemente, hay daños colaterales y muertos entre los civiles. Pero si los Estados Unidos saben cómo evitar tales daños, que vayan a explicarlo a los israelíes y que se lo apliquen a sí mismos en Irak y en Afganistán. Tampoco hay ninguna duda de que los bombardeos de la coalición también van a provocar pérdidas civiles.

Por lo tanto, pienso que desde un punto de vista estrictamente legal, la resolución del Consejo de Seguridad es discutible. En realidad, es el resultado de años de presión para el reconocimiento del derecho de injerencia que en este caso se legitima.

Sin embargo, incluso entre las izquierdas mucha gente piensa que había que intervenir en Libia para detener la masacre. ¿Cree que es un error de juicio ?

Sí, y por varias razones.

En primer lugar, esta campaña establece el reino de la arbitrariedad. En efecto, el conflicto libio no tiene nada de excepcional. Hay muchos otros en el mundo, ya sea en Gaza, Bahrein o, hace algunos años, en el Congo. En este último caso estábamos ante el cuadro de una agresión exterior por parte de Rwanda y de Burundi.

La aplicación del derecho internacional habría permitido salvar millones de vidas pero no se hizo. ¿Por qué ?

Además, si se aplican los principios de injerencia que subyacen en el ataque contra Libia, esto significa que todo e mundo puede intervenir en todas partes.

Imaginemos que los rusos intervinieran en Bahrein o los chinos en Yemen : sería la guerra generalizada y permanente. Una gran característica del derecho de ingerencia es, en consecuencia, el no respetar el derecho internacional clásico.

Y si hubiera que modificar el derecho internacional con nuevas reglas que legitimaran el derecho de ingerencia, ello desembocaría en la guerra de todos contra todos. Es un argumento al que los partidarios del derecho de ingerencia nunca responden.

Finalmente, estas ingerencias refuerzan lo que yo llamo el “efecto barricada” : todos los países que están en el punto de mira de los Estados Unidos van a sentirse amenazados y van a intentar reforzar su armamento.

Hemos visto lo que pasó con Saddam. Por cierto, Gadafi declaró a la liga árabe : “Acaban de ahorcar a un miembro de esta liga y no habéis dicho nada. Pero lo mismo puede ocurriros a vosotros, ya que, aunque todos vosotros seáis aliados de los Estados Unidos, Saddam también lo fue anteriormente”.

Actualmente se reproduce lo mismo con Gadafi y la amenaza que pende sobre muchos Estados puede relanzar la carrera armamentística. Rusia, que no es precisamente un país desarmado, ya ha anunciado que iba a reforzar sus tropas. Pero esto puede ir incluso más lejos : si Libia tuviera armamento nuclear jamás habría sido atacada.

Desde luego, esta es la razón por la que no se ataca a Corea del Norte. La izquierda que apoya la intervención en Libia debería pues darse cuenta de que la consecuencia de la ingerencia humanitaria es el relanzamiento de la carrera armamentística y a largo plazo, la creación de lógicas de guerra.

Sin embargo, esta intervención militar contra Gadafi ¿no podría considerarse un mal menor ?

Hay que pensar en las consecuencias.

Ahora que las fuerzas occidentales están comprometidas es evidente que tendrán que llegar hasta el fin, derrocar a Gadafi e instalar a los rebeldes en el poder. ¿Qué va a pasar entonces ?

Libia parece dividida. Si hay resistencia en Trípoli

¿Occidente va a ocupar el país y embarcarse en una guerra sin fin como en Irak o Afganistán ?

Pero, imaginemos que todo va bien : la coalición se deshace de Gadafi en unos cuantos días, los rebeldes toman el poder y el pueblo libio está unido. Todo l mundo está contento ¿y después ?

No creo que Occidente vaya a decir :

“Ya está, hemos hecho esto porque somos buenos y respetamos los derechos del Hombre.

Ahora podéis hacer lo que queráis”.

¿Qué pasará si el nuevo gobierno libio parece demasiado musulmán o no limita correctamente los flujos migratorios ? ¿Creéis que se les va a dejar actuar ? Es evidente que después de esta intervención el nuevo gobierno libio será prisionero de los intereses occidentales.

Si la intervención militar no es la solución, entonces ¿qué hacer ?

En primer lugar habrían debido ensayarse honestamente todas las soluciones pacíficas. Quizás no habría funcionado, pero respecto ha habido una voluntad manifiesta de rechazar estas soluciones.

Es desde luego una constante en las guerras humanitarias. Por lo que respecta a Kosovo habían propuestas serbias muy detalladas para llegar a una solución pacífica pero fueron rechazadas.

Occidente incluso impuso condiciones que hacían imposible cualquier negociación, como la ocupación de Serbia por tropas de la OTAN. En Afganistán, los talibanes propusieron hacer juzgar a Ben Laden por un tribunal internacional si se les aportaban pruebas de su implicación en el atentado del World Trade Center.

Estados Unidos lo rechazaron y bombardearon. En Irak, Saddam había aceptado el retorno de los inspectores de la ONU así como numerosas condiciones enormemente apremiantes.

Pero nunca era suficiente. En Libia, Gadafi había aceptado un cese el fuego y había propuesto el envío de observadores internacionales. Los observadores no fueron enviados y se ha dicho que Gadafi no había aceptado el cese el fuego.

Occidente también rechazó la propuesta de mediación de Chávez, que sin embargo fue aprobada por numerosos países latinos así como por la Organización para la Unidad Africana. Respecto a esto me enfurezco cuando oigo a gente de izquierda, en Europa, denunciar la horrible Alianza Bolivariana que sostiene al dictador Gadafi.

¡Esta gente no ha comprendido nada ! Los dirigentes latinos son personas en el poder con importantes responsabilidades. No son izquierdistas insignificantes que parlotean en su rincón.

Y el gran problema de estos dirigentes es la ingerencia de los Estados Unidos ; cuanto menos puedan los Estados Unidos hacer lo que quieran en cualquier parte del mundo, mejor será para todos los países que intentan emanciparse de su tutela y para todo el mundo.

El hecho de rechazar sistemáticamente las soluciones pacíficas ¿significa que la ingerencia humanitaria es un pretexto ?

Sí, pero funciona con respecto a los intelectuales, tengo más dudas con respecto a la reacción de los pueblos europeos. ¿Van a apoyar a sus dirigentes en el ataque contra Gadafi ?

A nivel de los pueblos son las guerras por la seguridad las que gozan de una mayor legitimidad ; cuando hay, por ejemplo, una amenaza contra nuestras poblaciones, neutras formas de vida, etc.

Pero aquí y en Francia, con todo este clima islamofóbico que hay (que no apruebo, pero que existe) ve a explicarles que vamos a luchar en Cirenaica por unos insurgentes a los que vemos gritando “« Allah U Akbar »… ¡es contradictorio ! A nivel político la mayoría de partidos apoyan la intervención.

Incluso en la izquierda, trotskistas como Mélenchon. Todos andan con la flor en el fusil. Los más moderados apoyaban únicamente una zona de exclusión aérea, pero si Gadafi envía sus tanques hacia Benghazi ¿qué hacemos ?

Durante la Segunda Guerra mundial los alemanes perdieron muy rápidamente l control aéreo, pero resistieron todavía varios años.

Sin lugar a dudas los moderados debían pensar que, en la medida en que el objetivo es el derrocamiento de Gadafi, se iría más allá del establecimiento de una zona de exclusión aérea. La izquierda, incapaz de apoyar verdaderas soluciones alternativas, está atrapada por la lógica de la ingerencia humanitaria y se ve obligada a apoyar a Sarkozy.

Si la guerra se termina rápido y bien, el presidente francés se encontrará en buena posición para 2012 y la izquierda le habrá allanado el camino. Puesto que esta izquierda no asume un discurso coherente opuesto a las guerras, se ve obligada a ir a remolque de la política de ingerencia.

¿Y si la guerra va mal ?

Es penoso, pero el único partido francés que se ha opuesto a la intervención en Libia es el Frente Nacional. Ha invocado especialmente la amenaza de los flujos migratorios y lo ha aprovechado para desmarcarse de la UMP y del PS diciendo que el nunca había colaborado con Gadafi.

Si la guerra en Libia no funciona como está previsto ello podría beneficiar al Frente Nacional en 2012.

Si la injerencia humanitaria no es más que un pretexto ¿cual es el objetivo de esta guerra ?

Las revoluciones árabes han sorprendido a los occidentales que no estaban suficientemente bien informados de lo que ocurría en el Magreb y en Oriente Medio. No pongo en entredicho que haya buenos especialistas de la cuestión, pero con frecuencia no son suficientemente escuchados a un cierto nivel de poder y desde luego se quejan de ello.

Ahora pues, puede que los nuevos gobiernos egipcio y tunecino no se alineen con los intereses occidentales y, por consiguiente, podrían ser hostiles a Israel. Para asegurarse el control de la región y proteger a Tel-Aviv, los occidentales probablemente quieran deshacerse de los gobiernos ya hostiles a Israel y a los occidentales. Los tres principales son Irán, Siria y Libia. Puesto que este último es el más débil se le ataca.

¿Puede funcionar eso ?

Occidente soñaba con dominar el mundo, pero desde 2003, con el fiasco irakí, se ve que no es capaz de ello.

Antes, los Estados Unidos podían permitirse derrocar dirigentes que ellos mismos habían llevado al poder, como Ngô Dinh Diêm en Vietnam del Sur en los años 60.

Pero Washington ya no tiene la posibilidad de hacer esto hoy en día.

En Kosovo, Estados Unidos deben arreglárselas con un régimen mafioso. En Afganistán todo el mundo dice que Karzaï es un corrupto pero no tienen alternativa.

En Irak también deben acomodarse con un gobierno que está lejos de convenirles totalmente. De bien seguro que el problema también se presentará en Libia. Un irakí me dijo una vez : “En esta parte del mundo no hay liberales en el sentido occidental del término, excepto algunos intelectuales bastante aislados”.

Como Occidente no puede apoyarse en dirigentes que compartan sus ideas y defiendan totalmente sus intereses, intenta imponer dictaduras por la fuerza. Pero evidentemente esto crea un desfase con las aspiraciones de la base popular. Además, este procedimiento resulta un fracaso y la gente no debería engañarse acerca de lo que pasa.

Occidente, que creía poder controlar al mundo árabe con marionetas como Ben Alí y Mubarak, se diría de pronto : “Todo era falso ¿vamos ahora a apoyar la democracia en Túnez, en Egipto y en Libia ?

“ Es tanto más absurdo teniendo en cuenta que una de las grandes reivindicaciones de las revoluciones árabes es el derecho a la soberanía. Dicho de otra forma ¡no a la injerencia ! Occidente debe resignarse : el mundo árabe, lo mismo que África y el Caribe, no le pertenece.

De hecho, las regiones donde Occidente interviene más son las menos desarrolladas. Si se respeta su soberanía estas regiones podrán desarrollarse, como lo ha hecho Asia y como sin duda lo hará América latina. La política de injerencia es un fracaso para todo el mundo.

¿Cuál es la alternativa entonces ?

En primer lugar hay que saber que la política de injerencia necesita un presupuesto militar importante. Sin el apoyo de Estados Unidos y su presupuesto militar delirante, Francia y Gran Bretaña no se habrían comprometido. Bélgica, todavía menos.

Pero todos estos medios puestos a disposición no caen del cielo. Este presupuesto se basa en préstamos de la China que conllevan déficits US y todo tipo de problemas económicos.

Raramente se piensa en ello. Además, se nos repite constantemente que no hay dinero para la educación, la investigación, las pensiones, etc. ¡Y de repente aparece una gran cantidad de dinero para hacer la guerra en Libia.

Una cantidad ilimitada, puesto que no se sabe cuanto tiempo va a durar esta guerra ! Por otra parte ya se está gastando dinero para nada en Afganistán. Hace falta, por lo tanto, otra visión política y, a mi parecer, suiza es un buen ejemplo. Este país consagra su presupuesto militar únicamente a la protección de su territorio.

Los suizos tiene una política de no intervención coherente, puesto que su ejército, por principio no puede salir de su territorio. Podría decirse que Suiza deja que Gadafi masacre a los insurgentes pero, en primer lugar, ella nunca ha cometido un genocidio u otras masacres, incluso si su política puede ser criticada a otros niveles (banca o inmigración).

Y, en segundo lugar, si todo el mundo hiciera como Suiza, por las razones que ya he explicado anteriormente, el mundo iría mucho mejor. Las guerras y los embargos siempre tienen consecuencias desastrosas.

A mi parecer, la mejor alternativa es la cooperación con distintos países, sean cuales sean sus regímenes. A través del comercio, pero no el de armas evidentemente, las ideas circulan y las cosas pueden evolucionar, sin guerra.

Se pueden discutir las modalidades : comercio justo, ecológico, etc. Pero el comercio es una alternativa mucho menos sangrienta que las sanciones y los embargos, que son la versión soft de las guerras humanitarias.

Jean Bricmont, miembro del Consejo Editorial de SINPERMISO,es profesor de física en la Universidad de Louvain la Neuve, Bélgica.

Es miembro del Tribunal de Bruselas.

Su último libroHumanitarian Imperialism acaba de publicarse en Monthly Review Press (hay traducción castellana en Editorial Viejo Topo, Barcelona, 2009).

Es sobre todo conocido en el mundo hispano por su libro –coescrito con el físico norteamericano Alan Sokal— Imposturas intelectuales (Paidós, 1999), un brillante y demoledor alegato contra la sedicente izquierda académica relativista francesa y norteamericana en boga en los últimos lustros del siglo pasado.

Una larga entrevista político-filosófica a Bircmont puede verse en el Número 3 de la Revista SINPERMISO en papel (mayo de 2008). :

Traducción para www.sinpermiso.info : Anna Maria Garriga Tarré

Fuente originale : www.michelcollon.info

30 marzo, 2011 - Posted by | libia | ,

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